Se me va la vida en cada instante,
cada vez que veo tu pelo agitarse al viento,
cada vez que huelo tu aroma, tu olor intenso,
tus ojos bellos, tu risa fresca, tu andar triunfante,
tu voz preciosa y tu inteligencia que sobresale
sobre cualquiera de los que estén a tu alcance.
Se me va la vida por tocarte,
cogerte la mano y acariciarte,
acercarme a tu oído y susurrarte
poemas de amor y palabras con arte,
y después, marcharme, huir contigo a ninguna parte,
y allí, en ese sitio tan nuestro, amarte.
¡Vámonos, niña, a ninguna parte!
Te haré un fresco lecho de hojas para tumbarte,
y después diré poemas hasta que salga la Luna,
que te bañará despierta, que te bañará desnuda,
mientras yo interpreto nuestra melodía,
para después acercarme a ti y besarte.
Se me va la vida por cantarte,
canciones de amor y de frescos aromas,
que navegan hasta soliviantarme,
que recorren mi cuerpo hasta rodearme,
aromas de hiedra viva y rosa muerta,
que vienen al encuentro del regocijo mareante.
Se me va la vida en esmerarme,
por versificar palabras para recordarte,
que me hagan tu ausencia fresca y agradable,
que me inspiren tu recuerdo y tu imagen,
para no estar solo, para estar mirándote,
y sentir, sentirte fuerte, sentirte y amarte.
Vente conmigo, niña, que voy a pasearte,
por donde los balcones se postran al saludarte,
por donde las calles se abren para que pases,
para que camines y que de mi brazo, al colgarte,
te saluden los rayos del sol vibrante,
para que al susurrarte al oído, tu sonrisa ensanches.
Se me va la vida en cada instante,
porque enredo para contentarte,
porque canto para tu alma,
porque muero por tus versos y tu arte,
y te marco con mis lances,
para tenerte cerca y soñarte.
cada vez que veo tu pelo agitarse al viento,
cada vez que huelo tu aroma, tu olor intenso,
tus ojos bellos, tu risa fresca, tu andar triunfante,
tu voz preciosa y tu inteligencia que sobresale
sobre cualquiera de los que estén a tu alcance.
Se me va la vida por tocarte,
cogerte la mano y acariciarte,
acercarme a tu oído y susurrarte
poemas de amor y palabras con arte,
y después, marcharme, huir contigo a ninguna parte,
y allí, en ese sitio tan nuestro, amarte.
¡Vámonos, niña, a ninguna parte!
Te haré un fresco lecho de hojas para tumbarte,
y después diré poemas hasta que salga la Luna,
que te bañará despierta, que te bañará desnuda,
mientras yo interpreto nuestra melodía,
para después acercarme a ti y besarte.
Se me va la vida por cantarte,
canciones de amor y de frescos aromas,
que navegan hasta soliviantarme,
que recorren mi cuerpo hasta rodearme,
aromas de hiedra viva y rosa muerta,
que vienen al encuentro del regocijo mareante.
Se me va la vida en esmerarme,
por versificar palabras para recordarte,
que me hagan tu ausencia fresca y agradable,
que me inspiren tu recuerdo y tu imagen,
para no estar solo, para estar mirándote,
y sentir, sentirte fuerte, sentirte y amarte.
Vente conmigo, niña, que voy a pasearte,
por donde los balcones se postran al saludarte,
por donde las calles se abren para que pases,
para que camines y que de mi brazo, al colgarte,
te saluden los rayos del sol vibrante,
para que al susurrarte al oído, tu sonrisa ensanches.
Se me va la vida en cada instante,
porque enredo para contentarte,
porque canto para tu alma,
porque muero por tus versos y tu arte,
y te marco con mis lances,
para tenerte cerca y soñarte.
2 comentarios:
PARECE MENTIRA,
PERO ME ESTOY ENGANCHANDO CON LA LECTURA,ES RARO EL DIA QUE NO TERMINO LEYENDO LO QUE ESCRIBES.
Pues me alegro mucho, me encanta que lo que escribo sea leído y, no sólo leído, sino disfrutado. Espero que sigas haciéndolo. Un abrazo. Y te invito a que visites mi otro blog: http://talleresdelcristina.blogspot.com/
en el que además de escribir yo, escribe Virtudes.
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