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Al otro lado

Al otro lado
"Al otro lado", de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-15352-66-2.
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Presentaciones:

Sábado, 27 de abril a las 12 h. en la Feria del libro de Granada, en el Centro de Exposiciones de CajaGRANADA Puerta Real. Me acompañará en la presentación el compañero de Granada Jesús Lens. Y a las 13 horas firma de ejemplares en la Caseta de Firmas.

Sábado, 20 de abril, de 11 a 13 h. y de 17 a 20 h. en la Feria del Libro de Fuente el saz de Jarama.

Sábado, 26 de enero a las 20 h. en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan. Me acompañará en la presentación el compañero de Ciudad Real José Ramón Gómez Cabezas, autor de "Réquiem por la bailarina de una caja de música", de la Editorial Ledoria.

Martes, 23 de octubre a las 19.30 h. en la librería Estudio en Escarlata (Guzmán el Bueno 46, Madrid). Si no puedes acudir y queréis un ejemplar firmado, ponte en contacto con ellos y pídeselo (91 543 0534). Te lo enviarán por correo.

Miércoles, 24 de octubre a las 18 h. en Getafe Negro (Carpa de la Feria del Libro). A las 20 h. participaré en una mesa redonda con otros compañeros de la Editorial Ledoria titulada "En los arrabales de la Novela Negra.

miércoles, 25 de enero de 2012

El evangelio del Tíbet, de Álvaro Bermejo

Hay libros y autores que llegan hasta uno por casualidad, como si lector y autor estuvieran predestinados a encontrarse en este tejido enrevesado que es la vida. La última vez, me ocurrió en la estación de Chamartín. Me entretuve fisgando por aquí y por allá haciendo tiempo hasta que saliera mi tren y de repente, me encuentro un puesto de libros de oferta. Enseguida me llamó la atención el título: “El evangelio del Tíbet”. No conocía al autor, Álvaro Bermejo. Pero el libro y la sinopsis me llamaron poderosamente la atención. Vi que la editorial eraAlgaida, que patrocina un gran número de premios en este país. Y, efectivamente, la novela había ganado el Ateneo de Novela Histórica de Sevilla en 2007. Por si no eran bastantes estas referencias, el libro estaba de oferta, a cinco euros.

Como estaba enfrascado en la lectura de otra novela (y cuándo no), no la leí inmediatamente. Pero en cuanto la cogí, no pude parar. Me pareció por momentos estar leyendo otra vez a Lobsang Rampa, que tanto significó para mí en la adolescencia. El libro nos cuenta de forma novelada la historia de un viaje vital, el de un arqueólogo que desde el comienzo de su profesión ha trabajado en enigmas tales como los manuscritos de Qunram, y para el que la figura de Jesús de Nazareth ha significado mucho, ya que no ha dejado de aparecérsele en toda su vida profesional. Si lógico es que lo hiciera en Israel, parece menos normal que lo haga en el Tíbet basándonos en la ortodoxia. Pero si nos basamos en los evangelios apócrifos y en otros escritos que apuntan que el Nazareno no murió en la cruz, la cosa no resulta tan extraña. De hecho, el malogrado investigador y escritor español Andreas Faber-Kaiser, ya apuntaba en esa dirección, como quedó patente en su libro “Jesús vivió y murió en Cachemira”.

“El evangelio del Tíbet” nos hace viajar, pero también nos hace pensar, desde el terreno de la ficción especulativa, y nos hace preguntarnos si todo lo que nos han contado es cierto, teniendo en cuenta que los cuatro Evangelios de la Biblia no son los únicos, y que fueron elevados a la categoría de canónicos arbitrariamente en el Concilio de Trento (1546), obviando por “impuros” a más de setenta evangelios apócrifos que cuentan otras cosas distintas de la versión oficial. Álvaro Bermejo nos hace participar en la idea de que Jesús viajó hasta la India y el Tíbet antes de comenzar su vida pública y aún después de ser crucificado, ya que de alguna manera se libró de morir. La novela, además, nos ofrece paisajes paradisiacos y hasta utópicos, como los míticos reinos de Shangri-la o Agartha y personajes entrañables llenos de matices.

Una obra, por tanto, altamente recomendable y avalada, como decía al principio, por ese premio y por una editorial como Algaida. Ya espero el momento de leer el próximo libro del autor.

Cuentos y relatos

1990 - La torre de Casandra Colección Max Aub de Narrativa Breve. Castellón

1991 - La torre de Casandra Editorial Baroja. San Sebastián

1998 - La soñadora Premio Gabriel Sijé. Caja de Ahorros del Mediterráneo. Alicante

Obras de teatro

1992 - E lucevan le stelle Laga Editorial. Bilbao

Libros de viajes

1993 - Azul, en colaboración con Alberto Schommer

Novelas

1986 - Las arenas y el templo Caja de Guipúzcoa, San Sebastián.

1989 - La Madonna de la Tempestad Ed. Arnao. Madrid.

1990 - El descenso de Orfeo Arnao. Madrid.

1995 - Benarés Edit. ‘Júcar’. Madrid.

1996 - El Juego de la Mandrágora Edit. Junta de Extremadura.

1998 - El Reino del Año Mil Edit. Algaida. Sevilla.

2001 - La Piedra Imán Edit. Algaida, Sevilla.

2008 - El Evangelio del Tíbet Edit.Algaida, Sevilla.

2009 - Contracorriente Editorial Nerea.

2010 - El Laberinto de la Atlántida Edit.Algaida, Sevilla.

Premios literarios

1981 - Premio Ateneo Guipuzcoano de Poesía

1982 - Premio de relato Luis Buñuel

1985 - Premio de relato Ciudad de San Sebastián

1987 - Premio de novela Ciudad de Irún

1988 - Premio de relato ‘Actual’ (Caracas)

1989 - Premio de novela Pío Baroja / Gobierno Vasco

1989 - Premio de relato Ciudad de San Sebastián

1991 - Premio International de relatos ‘Max Aub’

1991 - Premio de relato ‘Imagina Euskadi´

1993 - Premio de Teatro del Gobierno Vasco

1995 - Premio de novela Pío Baroja / Gobierno Vasco

1997 - Premio ‘Felipe Trigo’ de novela, concedido por la Junta de Extremadura

1997 - Premio de novela breve "Gabriel Sijé"

1998 - Premio de novela "Ciudad de Salamanca"

2001 - Premio "Ateneo de Sevilla"

2001 - Premio "Certamen Periodístico Internacional San Fermín" Pamplona

2007 - Premio de novela histórica “Ateneo de Sevilla”

2008 - Finalista Premio “Solos de Clarín”

2009 - Premio internacional de Novela Histórica Luis Berenguer"

2011 - Gourmand Coobook Award, en la categoría de Best Cookbook Corporate, concedido por Gourmand International , por su libro "La increíble historia de la gula".

2012 - Candidato al Premio Gourmand Best in the World 2011

viernes, 20 de enero de 2012

Libro de papel versus libro electrónico

Nos encontramos en un momento de transición, de cambio. De toda la vida, si uno quería un libro, acudía a una librería y se lo compraba. Seguimos haciéndolo, cómo no. Pero empezamos a convivir con el libro electrónico. ¿Por qué? Principalmente, porque la tecnología lo permite, aunque hay más factores.

A favor del libro en papel está lo de la tradición, ese amor que le tenemos los que nos hemos criado con él. El tocarlo, el olerlo, el ir pasando las páginas con parsimonia ante un buen café, al abrigo de una chimenea o sentado en un banco debajo de un árbol. Pero también hay factores en contra. Por poner el punto ecologista, si no se produjeran libros en papel, estaríamos ahorrándonos cortar tropecientos árboles. Son caros, no para el lector ocasional, pero sí para los que leemos varios al mes. Y otra cuestión es el espacio. Los que vivimos en casas pequeñas ya no sabemos dónde meter los libros, y eso que yo ya hice una gran donación a una biblioteca. Y si son caros, no es precisamente por culpa del autor, que es el que menos se lleva del pastel, un 10%, por lo general, para ser exactos.

El libro electrónico tiene muchas cosas a favor. No ocupa espacio. Gracias al avance de la tecnología en las pantallas, se lee igual al sol que a la sombra. Tocas dos botones de tu lector y en treinta segundos te descarga el título elegido. Para mí, que en mi bloque me llaman el tonto del libro, ya que siempre salgo de casa con uno bajo el brazo, tiene la ventaja del peso. El lector es menos voluminoso y no pesa nada. Además, puedo almacenar en él más de mil libros. Y lo principal, como usuario, es que el libro electrónico vale mucho más barato, con lo que me ahorro una pasta. Pero claro, también tiene sus inconvenientes. El principal es que se puede piratear, lo que no deja de ser un verdadero quebradero de cabeza para el autor que ve mermados sus derechos de autor. Una costa es cierta: con el libro electrónico sobran las librerías y perderemos el placer de entrar a estos establecimientos a husmear, porque de seguir así, solo quedarán abiertas las que se dediquen al coleccionismo. Pero puede que también sobren las editoriales y las distribuidoras. Valga un ejemplo, el caso del compañero Armando Rodera. Harto de que las editoriales y agencias le rechazaran sus novelas, decidió publicárselas en formato electrónico y colgarlas en Amazon al simbólico precio de un euro. Las cosas no le están yendo mal, lo que demuestra que sus historias no eran malas, al contrario, pues me consta que alguna editorial ya le ha preguntado por sus novelas. Otro ejemplo es el de Luis Maluenda, con millares de seguidores, que ha publicado su última novela solo en formato electrónico.

Decía al principio que estamos en un tiempo de transición. Insisto en que a los románticos les costará dar el paso. Pero los tiempos cambian. Al principio de los tiempos se escribía en piel y en papiro. Después pasamos al papel y a la pluma. Hasta que llegó Gutemberg con su imprenta y lo revolucionó todo. Pienso que el libro clásico nunca desaparecerá y que convivirá con los nuevos tiempos. Pero de que el libro electrónico se impondrá, no tengo ninguna duda. No olvidemos, que las nuevas generaciones nacen con la consola y el ordenador bajo el brazo y el lector de libros electrónicos les parecerá lo más normal del mundo. Y no olvidemos el potencial de Internet. Un autor local, con su libro de papel, tiene un mercado limitado. Sin embargo, al poder descargarse su libro desde un portal, automáticamente tiene acceso al mercado de todos los países de habla hispana, ventaja nada desdeñable, puesto que un escritor lo que quiere es que le lean. Además, en tiempos de crisis, el lector buscará lo más barato, que no tiene que ser necesariamente lo más perjudicial para el autor, ya que se ahorrarán los costes de los libreros, las distribuidoras y los de edición.

domingo, 15 de enero de 2012

La fiesta de Orfeo, de Javier Márquez Sánchez

A los que somos lectores empedernidos, nos falta tiempo para leer. Al contrario de lo que pueda parecerle a un observador externo, que nos suelen ver como bichos raros, como gente que lee mucho, nosotros tenemos la sensación de que leemos poco. Al menos a mí me pasa; siempre tengo tropecientos títulos rondando por mi cabeza, nuevos y antiguos, de escritores de reconocido prestigio y de escritores desconocidos. Y, por si fuera poco, siendo como soy adicto a las presentaciones de novelas, siempre surgen nuevos títulos de nuevos autores. Desde luego, si hablamos de presentaciones, una de las cosas que más me gustan es acudir a las de la libreríaEstudio en Escarlata y respirar el olor a libro que se desprende de los anaqueles de ese sótano. Yo mismo elegí ese peculiar escenario para presentar mi primera novela “El círculo alquímico”. No obstante, y como el tiempo es limitado, alguna presentación me pierdo, muy a mi pesar, porque me coincide con otra actividad. Fue el caso del jueves 12 de noviembre de 2009, día elegido para la presentación de “La fiesta de Orfeo” (Ed. Almuzara), de Javier Márquez Sánchez.

Como pertenezco a la lista de correo de la librería, recibí la noticia del evento. Lo recuerdo porque me llamó la atención el título. Creo que todavía no conocía al bueno de Javi Márquez. El caso es que algo me impidió ir y como consecuencia de ello, aparqué el deseo de leer el libro para más adelante. Las circunstancias han propiciado que posteriormente la relación con Javi se haya ido estrechando y que nos veamos habitualmente. Y un día, por motivos que no vienen al caso, coincidimos en la degustación de un cocido estupendo junto a otros amigos del gremio. Fue entonces cuando me regaló su novela. En cuanto terminé de leer un par de libros que tenía pendientes, me puse con ella. Hay novelas con las que disfrutas; otras que te dejan indiferente; y hay historias, como la que se marca Javi Márquez en “La fiesta de Orfeo”, que te enganchan y te conducen hacia el desenlace como si fueran una montaña rusa. Novelas, en definitiva que, estés haciendo lo que estés haciendo, te llaman para que en cualquier rato que tengas libre te vuelvas a meter en la historia con la avidez de un lector avaricioso tirando a enfermizo.

La novela comienza con una matanza en un pueblo perdido de la frontera escocesa y la asignación del caso al inspector Andrew Carlmichael de Scotland Yard que, junto a su ayudante Harry Logan, empezará a investigar la masacre. Carlmichael, un detective de corte holmesiano, pronto se da cuenta de que el caso se aleja de los cánones de lo habitual, ya que un rollo de película en blanco encontrada por un excursionista en una caverna, rodado en los años 20 y con un aura de leyenda maldita, parece ser el desencadenante de la aniquilación colectiva y responsable de posteriores asesinatos y suicidios desconcertantes. En el caso les ayudará un erudito, el profesor Aberline, personaje al que durante la lectura yo le ponía la cara de Sean Connery.

Esta es la trama principal. Empleando el método del narrador omnisciente, que permite situar otras escenas con personajes distintos, Javi nos muestra a un actor contratado para hacer una película de terror interesado en transmitir miedo a través de la pantalla. La sorpresa es que el actor es Peter Cushing, uno de los mejores Sherlock Holmes que ha dado la historia del cine, que es contratado por la mítica productora Hammer para protagonizar la película. En esta otra trama, hasta aparece fugazmente de personaje secundario el legendario Boris Karloff, así como un joven Christopher Lee.

Por otra parte, como contrapunto a los buenos, Javi nos da a conocer al antagonista como un servidor de Lucifer, que lidera un grupo que prepara el advenimiento del Maligno.

Las tramas avanzan cada una a su ritmo, al principio sin conexión aparente. En el camino, aparecen referencias a Lovecraft, Conan Doyle o Julio Verne. Y guiños a personajes de películas como Indiana Jones, o a novelas como “El nombre de la rosa”. Adornos que a mí particularmente siempre me gustan y que seguramente son homenajes del autor a personajes y obras que se encuentran entre sus favoritos.

Pero, como iba diciendo, las tramas se van aproximando hasta hacerse una y avanzar hasta el desenlace, excelentemente resuelto, a una velocidad vertiginosa. A estas alturas, ya habréis vislumbrado que la novela es altamente recomendable para los amantes de la intriga y el terror, imprescindible para los holmesianos empedernidos y totalmente aconsejable para los que nos gustan las tramas salpicadas de un tono esotérico y apocalíptico.

La novela la publicó Almuzara el 13 de octubre de 2009. Ya ha llovido. Pero todavía quedan ejemplares en las librerías. Y esta es una novela atemporal, sin fecha de caducidad. Una novela soberbia que es la primera de un escritor ya versado en ensayos y biografías relacionadas con la música y el cine. Un escritor que nos dará muchas más alegrías a los que ya somos lectores suyos. Sin ir más lejos, quedaros con un título que verá la luz en breve: “Letal como un solo de Charlie Parquer”. Una novela que, por lo que sé, va a romper en ventas.

Os dejo un par de enlaces, por si queréis saber más de don Javier Márquez Sánchez, escritor, periodista, buena gente..., y que, además, toca la guitarra. Qué más voy a decir yo de este tipo que no se sepa. Nada, solo despedirme: “Javi Márquez de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto, que te doy mi corazón”. Suerte, valor y al toro, maestro.

http://lafiestadeorfeo.wordpress

http://javiermarquezsanchez.com/.com/


jueves, 12 de enero de 2012

viernes, 6 de enero de 2012

El enigma de los vencidos, de Armando Rodera


Hay escritores que no se conforman con serlo, sino que además suelen abandonar el teclado y la habitación en la que pasan tantos momentos de soledad y salen a la calle buscando a otros compañeros con los que compartir experiencias e inquietudes. Es mi caso y el de Armando Rodera, autor de “El enigma de los vencidos”. Así fue como nos conocimos hace ya tiempo. Fue en el Círculo de Bellas Artes, en una presentación de Lorenzo Silva. Nos presentó el compañero Pedro de Paz. En aquel entonces ni él ni yo habíamos publicado. Éramos escritores aspirantes a que un día alguna de nuestras obras viera la luz. Así, empezamos a vernos y a charlar en distintos eventos culturales en los que coincidíamos, casi siempre con una cerveza mediando entre los dos.


Un día, una de mis obras, “El círculo alquímico”, vio por fin la luz. En nuestras charlas, los temas eran recurrentes: editoriales, agentes..., etc. Armando, harto de rechazos, decidió iniciar una senda que ni él mismo sabe hasta dónde le va a llevar. Coincidiendo con la expansión del libro electrónico en Internet, decidió publicarse una novela y ponerla en Amazon. Yo tuve el privilegio de leer el manuscrito y quedé encantado. En pocos días “El color de la maldad” se aupó a los primeros puestos de las listas de libros electrónicos más vendidos.
Posteriormente, me dijo que si me gustaría leer “El enigma de los vencidos”. Naturalmente, le dije que sí. Si bien en el primer manuscrito me encontré con un thriller negro protagonizado por el inspector de policía Bermejo y el sargento Roncero de la Guardia Civil, personajes que tendrán continuidad en una nueva obra, como si lo viera, en el segundo me encontré con una novela de intriga que, por momentos, llega a parecerse a las mejores narraciones de Dickens, pero con ese matiz castizo de plantear un mapa con escenarios típicos de Madrid. La historia comienza con el retorno a la capital de España del protagonista, David Sanromán, que tuvo que huir de España siendo un niño por un suceso dramático acontecido sin que la voluntad de David mediara. No obstante, siendo de una familia humilde, se topa con el odio de una familia poderosa, de ahí su destierro.


Su vuelta a Madrid, ya hecho un hombre y tras quince años de estancia en Brasil, coincide con nuevos tiempos en España en el ámbito social y político. Decide rehacer su vida abriendo una tienda de antigüedades que ha recibido en herencia. Pero la sorpresa aguarda en el sótano, en donde se encuentra con un ingenio en forma de autómata que resulta ser un juego de mesa. Con la ayuda de su amigo Pedro y de dos adolescentes del barrio, se embarcará en un juego muy real que plantea unos enigmas que tendrán que ir resolviendo. La máquina dispone la ciudad de Madrid como un mapa que alberga puntos muy concretos en los que se irán resolviendo los misterios en un alarde de pericia por parte de los protagonistas.


El viaje nos va a llevar por el Retiro, la iglesia de San Ginés, Cascorro, el Museo del Prado, el Jardín botánico, la Plaza Mayor, la Cuesta de Moyano y la Plaza de Oriente. Juntos, los protagonistas irán desentrañando los enigmas hasta llegar al final, en el que se encontrarán en la tesitura de desvelar su descubrimiento o no. En juego está, nada más y nada menos, el restablecer la memoria de un hecho histórico demasiado importante. David descubrirá a lo largo de la historia que el pasado siempre vuelve. Y como buen protagonista que se precie, dispone de toda una gama de antagonistas que añadirán muchas dificultades en forma de amenazas en la resolución de la trama, que cuenta además con una historia de amor inolvidable.


Antes de terminar el manuscrito, Armando Rodera ya había puesto la novela en Amazon, y no le ha ido nada mal. Los lectores son exigentes y Armando es un buen escritor que sabe llevar al lector en volandas hacia los desenlaces de sus novelas. Seguramente a Armando van a llamarle de alguna editorial importante, visto el éxito de sus libros en Internet. Y ese será el momento de su definitiva consagración como escritor. Sus lectores, solo esperamos su próxima obra para seguir disfrutando de los escritos de un novelista que se lo está trabajando a pulso. Enhorabuena, escritor.