En un segundo de inconsciencia,
late un suspiro,
y en un segundo estoy viva,
y en el mismo segundo,
ya no estoy.
Puedo estar y no estar,
y puedo aprender a aprender,
en ese segundo,
intentar buscar la verdad,
y buscarte entre besos fingidos,
entre sábanas de silencio.
y no encontrarte.
En un segundo,
te quiero,
y en el mismo segundo,
te pierdo,
te escucho,
me escuchas,
te intuyo,
sin tocarte, sin verte,
y te llamo,
no respondes.
En un segundo puedo perderte,
y en el mismo segundo ganarte,
volver a encontrarte,
y volver a la distancia,
que no se comprende.
Y puedo contarte,
en un segundo,
cómo estoy,
cómo me quedo,
pero en ese segundo,
ir a la deriva en mi pensamiento,
para callar donde estaré,
sin el brillo de tus ojos,
o el tacto de tu aroma.
Todo en un segundo,
mi vida,
mi muerte,
mi único dolor, la pérdida,
mi único valor, la huida,
mi fracaso,
mis recuerdos….
En un segundo,
la ausencia de oxígeno,
las lagunas del desorden,
y el faro del enfado,
de lo admisible,
alejamiento de tu deseo,
que se pierde en el levante,
de mi angustia.
Y en ese segundo ,
otra vez,
reconcilio de mis abrazos,
y el éxtasis de mis sentidos.
En un segundo,
el guionista,
y el guión que le dictan,
y el guión que dejamos que nos escriba,
en ese segundo,
en el que nacemos sólos,
en el que vivimos sólos,
en el que morimos sólos,
en ese segundo,
que escribo,
para no dejar libre,
para no dejar cautivo,
pensamientos ligeros,
y no dejar sentencias,
ni propósitos,
ni juicios.
En ese segundo,
donde la voluntad
tiene licencia de sobrecogerse,en el desembarco, de lo disparatado.
late un suspiro,
y en un segundo estoy viva,
y en el mismo segundo,
ya no estoy.
Puedo estar y no estar,
y puedo aprender a aprender,
en ese segundo,
intentar buscar la verdad,
y buscarte entre besos fingidos,
entre sábanas de silencio.
y no encontrarte.
En un segundo,
te quiero,
y en el mismo segundo,
te pierdo,
te escucho,
me escuchas,
te intuyo,
sin tocarte, sin verte,
y te llamo,
no respondes.
En un segundo puedo perderte,
y en el mismo segundo ganarte,
volver a encontrarte,
y volver a la distancia,
que no se comprende.
Y puedo contarte,
en un segundo,
cómo estoy,
cómo me quedo,
pero en ese segundo,
ir a la deriva en mi pensamiento,
para callar donde estaré,
sin el brillo de tus ojos,
o el tacto de tu aroma.
Todo en un segundo,
mi vida,
mi muerte,
mi único dolor, la pérdida,
mi único valor, la huida,
mi fracaso,
mis recuerdos….
En un segundo,
la ausencia de oxígeno,
las lagunas del desorden,
y el faro del enfado,
de lo admisible,
alejamiento de tu deseo,
que se pierde en el levante,
de mi angustia.
Y en ese segundo ,
otra vez,
reconcilio de mis abrazos,
y el éxtasis de mis sentidos.
En un segundo,
el guionista,
y el guión que le dictan,
y el guión que dejamos que nos escriba,
en ese segundo,
en el que nacemos sólos,
en el que vivimos sólos,
en el que morimos sólos,
en ese segundo,
que escribo,
para no dejar libre,
para no dejar cautivo,
pensamientos ligeros,
y no dejar sentencias,
ni propósitos,
ni juicios.
En ese segundo,
donde la voluntad
tiene licencia de sobrecogerse,en el desembarco, de lo disparatado.
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