Mi alma se descompone,
mis pasos me llevan a la nada,
floto, veo pasar el tiempo vacío,
soporto la soledad germinada en el pasado,
viene la tormenta,
me protejo hasta que llega la calma,
sonrío en mueca fingida
y sigo caminando,
hasta que llega la noche,
mi espíritu errante descansa.
Despierto y salgo a la calle,
abrazado a la tristeza,
de la mano del tedio,
en compañía de la angustia,
celebro la fiesta de la treta,
conmigo como único invitado,
brindo por días mejores,
que no llegan,
que quizá nunca vendrán,
detesto los días pasados
y espero los venideros,
con ansia y expectación.
Mi cerebro está sucio,
a veces no funciona,
pero no hay talleres de cerebros
para la reparación inmediata.
Me asalta la pereza
y la escalofriante tristeza,
me consuela mirar el mar
y veo el atardecer
que se tiñe de sangre,
que me hace llorar,
llanto amargo, doloroso,
me voy a casa,
arrastrando la miseria por las aceras,
como un lastre maldito,
que, día a día, no se aligera,
sólo hay pesadumbre,
y pesadillas tristes,
la tristeza me pesa,
no encuentro alivio,
la ciudad me engulle
y me pierdo,
en este mar de desidia.
mis pasos me llevan a la nada,
floto, veo pasar el tiempo vacío,
soporto la soledad germinada en el pasado,
viene la tormenta,
me protejo hasta que llega la calma,
sonrío en mueca fingida
y sigo caminando,
hasta que llega la noche,
mi espíritu errante descansa.
Despierto y salgo a la calle,
abrazado a la tristeza,
de la mano del tedio,
en compañía de la angustia,
celebro la fiesta de la treta,
conmigo como único invitado,
brindo por días mejores,
que no llegan,
que quizá nunca vendrán,
detesto los días pasados
y espero los venideros,
con ansia y expectación.
Mi cerebro está sucio,
a veces no funciona,
pero no hay talleres de cerebros
para la reparación inmediata.
Me asalta la pereza
y la escalofriante tristeza,
me consuela mirar el mar
y veo el atardecer
que se tiñe de sangre,
que me hace llorar,
llanto amargo, doloroso,
me voy a casa,
arrastrando la miseria por las aceras,
como un lastre maldito,
que, día a día, no se aligera,
sólo hay pesadumbre,
y pesadillas tristes,
la tristeza me pesa,
no encuentro alivio,
la ciudad me engulle
y me pierdo,
en este mar de desidia.
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