Llegó el día 18 de junio, el del lanzamiento de la nueva y última novela de Larsson. Y me fui dando un paseo hasta el Corte Inglés con ropa cómoda, con una novela de Mankell bajo el brazo y con la intención de comprar "La reina en el palacio de las corrientes de aire" y tomarme un cafelito en la cafetería mientras ojeaba la novela. Y llego a la planta de libros y lo primero que me sorprende es no ver la susodicha novela en primera fila de Best Sellers. Y atisbo la lejanía y me parece verla y me digo “ah, la han puesto allí”. Pero no. Al acercarme compruebo que lo atisbado de lejos es “Los hombres que no amaban a las mujeres” y también “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, de lejos las tres portadas de la trilogía Millenium se parecen bastante. Intrigado, busco y rebusco y no encuentro. Así que, pregunto a un dependiente y me dice que los ejemplares se han agotado por la mañana. Pues bueno, al final me tomé ese café pero en vez de con Larsson, con Mankell, que tampoco es manco. Y como tengo una pila de libros por leer no me preocupó lo más mínimo el no comprar la novela ayer, ya la compraré otro día.
Lo que sí me llamó la atención fue una cosa: las pocas luces de la Editorial Destino y su desconocimiento, me explico. Es increíble que una editorial tan experimentada tenga un fenómeno mediático dentro de su casa y que no lo sepa. Al menos esa es la impresión que han dado. Y si no, echen un vistazo a la prensa de hoy, día siguiente al del lanzamiento. La novela se agotó no sólo en Algeciras, desde donde escribo estas líneas, sino en toda España. La solución habría sido bien fácil: en vez de tirar 200.000 ejemplares que hubieran hecho medio millón, si los iban a vender. En fin, allá cada cual. Seguro que hoy se están tirando de los pelos por la cantidad de euros que dejaron de ingresar ayer. La prensa especializada compara el fenómeno Larsson al fenómeno Harry Potter o al fenómeno Zafón. Por lo que se ve, lo sabían todos menos ellos, la editorial que en un ejercicio de audacia se hizo con los derechos de las tres novelas.
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4 comentarios:
Le apuesto a que en el Carrefour de La Línea quedan ejemplares para dar y regalar, -.-, junto al stand con la saga Crepúsculo.
Me leí el primero hace poco, "Los hombres que no amaban a las mujeres" y me gustó, sobre todo por Lisbeth, todo un personaje. Sin embargo, me dio la impresión de que el mismo autor no supo redondear y resolver su propio misterio inicial, ese asesinato cuasiperfecto y el recochineo del asesino enviando flores cada aniversario. El final, que no comentaré aquí, me pareció demasiado fácil. En cualquier guión cinematográfico de novato, ese desenlace tan "deus ex", habría recibido el aviso del profe de la clase.
Y me niego a ver la peli hasta que no acabe la trilogía. Huyo hasta del trailer, pero he alcanzado a ver que me han puesto a Lisbeth morena y con curvas, toma ya.
Triste lo del sueco este. Tener ese exitazo postmortem: el colmo de cualquier escritor novel.
Un saludo.
Hola, Insanus. No sé que ha pasado pero tu comentario aparecía suprimido por el autor, o sea yo, cosa que no he hecho. Espero que sea un error de blogger y no alguien que haya pillado mis claves, ya lo que me faltaba. No obstante, como tenía tu mensaje en el correo lo he vuelto a publicar y aunque sale como anónimo, espero que con este comentario todos los lectores sepan que eres tú, en fin.
Me parece que yo tampoco voy a ver la peli. Suelen decepcionarme cuando me gusta un libro. Un saludo.
No tema, es que los usuarios podemos suprimir comentarios (aunque es una opción que se podía desactivar desde el panel, creo, no estoy seguro) y aparecemos como "autor", así, indeterminado.
Lo borré para redactarlo mejor más tarde (y resumir, que tiendo a enrollarme) y olvidé regresar.
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