Camino por la ciudad dormida,
entre espectros humanos,
con los que me fundo,
buscando compañías añoradas,
olvidadas, enterradas,
entre fantasmas góticos.
Camino por la ciudad dormida,
a la vez acogedora e inhóspita,
con las miserias de mi alma,
con mis sentimientos heridos,
espantando la soledad,
susurrando pensamientos inútiles.
Camino por la ciudad dormida,
con esperanzas estériles,
con deseos marchitos,
y hago planes abstractos,
que nunca saldrán,
que nunca marcharán.
Camino por la ciudad dormida,
atravieso el mercado de las esperanzas,
pero no hay ninguna para mí,
ni aun pagándola a precio de oro,
mis súplicas se solidifican,
y se hacen añicos contra el pavimento.
Camino por la ciudad dormida,
las bayonetas están despiertas,
mis lamentos crecen,
y la armonía se quiebra,
construyendo telarañas,
en esquinas sombrías.
Camino por la ciudad dormida,
en trayectorias surrealistas,
entre pesadillas etéreas,
y entre fríos y oxidados anaqueles,
deposito mis oscuros deseos,
7 comentarios:
Felicitaciones por el poema, Paco, expresas una soledad lúcida y sobrecogedora.
Un abrazo.
Paco, ¿por qué no haces comentarios en vídeo y los cuelgas en youtube (o grabas momentos tuyos con los escritores que conoces)? Estaría genial.
Muy buena pero .... muy triste.
Saludos!
Gracias, José Miguel.
No tengo mucho tiempo, anónimo, ya me gustaría.
La vida es un rosario de lágrimas, Viking. El poeta lo sabe porque lo capta. La gracia está en expresarlo en palabras. Gracias.
Un abrazo a los tres.
No deseches, de todos modos, los pensamientos inútiles y los planes irreales
Mientras camines, todo va bien. Esto me hizo recordar cierta frase de la actriz argentina Graciela Borges: "Los que pasean, no se suicidan".
Me gustó mucho.
Un saludo.
Para nada, Miguel, a veces son los mejores.
Gracias, Guido. Buena frase.
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