Con la que está cayendo, me pregunto que qué es lo que hemos hecho para merecer estos políticos que tenemos. Pero basta echar un vistazo general a la sociedad para ver que a lo mejor tenemos lo que nos merecemos. ¿Qué hemos hecho mientras vivíamos tiempos de bonanza económica? Por lo pronto, he conocido muchísimos casos de personas que pedían créditos hipotecarios millonarios. Además, ampliaban el crédito para comprarse un cochazo. En muchos de los casos, la pareja tenía empleos precarios y, sin embargo, nos les importaba meterse en letras durante cincuenta años. Incluso los que ganaban mucho dinero, por ejemplo en la construcción, no invertían las ganancias en dar una educación a sus hijos. Albañiles y fontaneros millonarios no tenían la iniciativa de enviar a sus hijos a Londres, pongamos por caso, a estudiar el bachillerato, que podrían haberlo hecho. No, se compraban Mercedes y se iban al caribe. Curiosamente, cuando hemos sido la octava potencia económica, hemos sido también los últimos en cifras de fracaso escolar. Hace dos décadas, de padres trabajadores salían hijos médicos y arquitectos. Ahora, de padres licenciados, salen hijos que, en muchos casos, no obtienen el graduado en ESO.
Los programas culturales en televisión brillan por su ausencia. Y más gente de la que se piensa se sabe la vida de los concursantes de Gran Hermano. Los niños ya no quieren ser bomberos, médicos o astronautas, como antes, quieren ser Belén Esteban. No leen porque dicen que es un rollo y no saben matemáticas ni geografía. No leen periódicos ni ven telediarios y, si los ven, y sale Irak, pongamos por caso, no saben si está a la derecha del mapa o a la izquierda.
Hay bandas en la A-6 que tiran piedras a los vehículos para provocar accidentes. Los veinteañeros, siguiendo la última moda, van en manga corta en pleno invierno. Y hay que escuchar sus conversaciones cuando uno se sienta a tomar un café y coincide con ellos.
Y no son sólo los jóvenes. Ayer, antes de entrar al cine, por cierto, como la película era de pensar un poco estaba vacío, entré a tomar un café. En la mesa de al lado había tres matrimonios vociferando. Bien vestiditos, clase media alta. Hablaban, de vez en cuando hasta aporreaban la mesa, del tamaño de los penes y de las tetas. Todos pasaban la cincuentena. También criticaban que España era el país en donde más se consumía cocaína. Sin embargo la conversación transcurría escoltada por seis cubatas. En veinte minutos pidieron dos rondas. Y yo, salí huyendo por lo desagradable de la conversación y por los gritos, preferí esperar en la calle.
O sea, que viendo el panorama, no me extrañan los prototipos de políticos que tenemos. Porque toda esta gente mencionada, luego van a las urnas a votar.
22 comentarios:
El señor Escribano, fustigando las conciencias.
Muy acertado. En general, todos tenemos lo que nos merecemos.
Un abrazo.
Todo, absolutamente todo, estriba en la educación. Desde hace años, el esfuerzo se ha convertido en un valor a la baja; desde que empiezan a dar sus primeros pasos, se inculca a los niños que esforzarse es de gilipuertas, y para ello se les pone didácticos ejemplos a diarios en el salón, o incluso en sus dormitorios, como Belén Estaban y los concursantes de Gran Hermano, como tú bien apuntabas. Para la mayoría de los ciudadanos triunfar es conseguir el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo; de hecho estoy cansada de escuchar como fardan muchos de mis conocidos de lo poco que trabajan y lo bien que viven, o de lo "listos" que son sacando dinero negro de hacer trapicheos de todo tipo. Este parece que sigue siendo un país de pillos. El problema es que este "modelo" social sólo funciona, por así decirlo, en épocas de bonanza, que son las menos, y cuando de verdad hemos de arrimar el hombro resulta que no hay capital humano y todo se va al garete. En estos momentos mi marido y yo estamos recogiendo el fruto de haber invertido lo que no teníamos en la educación de nuestros hijos, aunque no poseamos un apartamento en la playa y el coche esté para el desguace. Nos sentimos satisfechos de nuestra inversión y, aún siendo un ejemplo para nuestro entorno, siguen considerándonos tontos de baba por no haber sabido "disfrutar" de la vida. Lo que no saben es que en estos momentos disfruto de la vida más que nunca.
Una entrada que da para mucho, siempre me quedo con ganas.
Un placer esta visita.
El entorno cotidiano es tan cateto y tan ordinario, que da una enorme pereza no ya comentar, sino siquiera salir a la calle.
Un saludo, Maestro.
No sé si por todo eso que apuntas ZP es presidente o al revés, todo ocurre desde que éste impresentable malgobierna al país.
Hank:
Creo que sí, que visto lo visto, tenemos lo que nos merecemos. Y luego, según están las leyes electorales de este país, tendremos que votar no al que nos guste, sino al que nos "propongan", y tendremos que seguir aguantando peeneuves y otras monsergas, porque según cuotas, valen más los votos de unos que los de otros.
Mercedes:
Totalmente de acuerdo con lo que comentas. Parece que se da más valor al que no trabaja o trabaja menos, o al electricista que cobra 100 euros por poner un enchufe y, en general, la gente recurre a la pillería y a las apariencias. Bien es cierto que cuando hablas con ellos, te aburres, yo por lo menos, por dentro, vacíos.
Guido:
Sí que da pereza y también rabia. No es raro que mi colega Carlos sea un misántropo empedernido.
Kalman:
Desde luego a mí este Zapatero y su gabinete..., en fin, es espeluznante. Me dan miedo, no sé a dónde van a llevar al país. Pero es que la alternativa, no sé, tampoco la veo.
A pesar de todo yo creo que aún hay esperanza, será que me voy a morir siendo una ingenua, o porque a mis hijos les gusta ver Pagina2.
Un abrazo.
Señor ESCRIBANO todo es verdad, donde hamos llegado.... no se donde vamos ...es un desastre.
UN SALUDO.
La cosa pinta muy mal, Paco. Creo que nuestras condiciones de vida empeorarán en el futuro. A veces me acuerdo de la novela "la guerra del cerdo" (una buena idea desaprovechada por Bioy Casares), y pienso si el futuro no deparará alguna paranoia semejante. Tengo alumnos en bachillerato que no quieren hacer tareas para casa, ni hacen ejercicios en clase. Aunque llevo ya bastantes años en esto, hay cosas que no acabo de asimilar. Siento como si se fuera a romper la continuidad generacional que asegura la supervivencia de una sociedad libre. Un abrazo.
Felisa:
Si tienes hijos no puedes perder la esperanza. Pero créeme, yo pienso que el futuro pinta muy mal. Sorry, pero no puedo ser optimista en esto viendo lo que veo.
Ángela:
Pues sí que es un poco desastre. Y además, paro, déficit, deuda, fracaso escolar, en fin, que ya iremos viendo cómo sigue esto.
José Miguel:
Tú y yo vemos más cosas que los demás a diario en las aulas. Este año imparto un grado superior y es tremendo, yo tampoco asimilo lo poco que saben. Son buenos chicos, pero eso no basta. Ya sé que no voy a dar el temario completo porque si no suspenderían todos. Son malos tiempos y no vislumbro que vayan a venir mejores.
Un abrazo a todos.
SOMOS LO QUE TOLERAMOS, ME TEMO!
Y LO PEOR ES QUE NOS SENTIMOS
EN UNA ESPECIE DE CATARSIS,
QUE NO NOS MOTIVA A EMPRENDER
GRANDES CAMBIOS, POR EL MOMENTO:
YO LO LLAMO EL "LETARGO" DEL
"PRECAVIDO"!
Y ESO NUNCA FUE BUENO...!
SALUDOS CORDIALES DESE EL PAÍS DE LOS BOSQUES QUE, HUMILDEMENTE
TE INVITO A CONOCER, UN ESPACIO
DE POESÍA, RELATOS, LEYENDAS
ADEREZADO CON GOTITAS DE ILUSIÓN,
Y GRANDES CANTIDADES DE IMAGINACIÓN!
MALENA
Coincido contigo, Malena. Si es que ya se cansa uno de comentar y protestar, si yo hablara... Y es cierto, muy acertada tu exosición de "El letargo del precavido".
Saludos.
Es verdad que los tiempos son malos, pero no todo es tan negro. A veces nos ofuscamos, pero conviene dejar una puerta abierta al optimismo, sin perder de vista la realidad.
Un abrazo.
Es cuestión de perspectiva, Ridao. A mí lo que me pasa es que lo que veo me hace caer en el peor de los pesimismos. A ver en qué desemboca todo. Un saludo.
Cosas de la democracia, el voto de dos acémilas vale mas que el de un catedratico y el de un Licenciado en Ciencias Políticas igual que el de el último mono de los pandilleros de la treinta. Después, los elegidos, tienen abierta la veda para poner en cargos de responsabilidad a quienes no fueron capaces siquiera de terminar el bachiller y no precisamente por falta de recursos, como les ha ocurrido a otros muchos por desgracia.
Pues es lo que yo digo, Pichiri. Y eso que la esencia de la democracia es eso, que votemos todos, pero es que viendo al personal da miedo. Y luego lo esperpéntico es que nos ponen al de la sempiterna sonrisa o al de las barbas, sin más opción, o sea, que realmente no podemos elegir. Y nos ofrecen a unos candidatos que vaya tela, que como bien dices, reparten los cargos a dedo.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho, porque es verdad que en estos días se echa de menos una crítica acerca de la manera en que hemos hecho el bandarra todos estos años. Y la manera en que se ha fomentado la idiocia, la irresponsabilidad y el pensamiento memo... y todo eso, necesariamente, ha de notarse en los políticos.
Completamente de acuerdo, Miguel. Yo creo que la sociedad y los políticos se retroalimentan y avanzan en simbiosis. Si los políticos no tienen categoría ninguna, la sociedad tampoco, y viceversa.
Un abrazo.
Me ha impresionado el texto, Paco. Describes la situación tal cual es, no te dejas nada en el tintero. Ojala artículos como éste los leyeran todos los días cretinos como los de la cafetería, que además se creen que están al día por ir bien vestidos o leer de tarde en tarde algún libro de los que anuncian en las páginas culturales de los periódicos.
Saludos
Gracias, Antonio. La verdad es que no hay más que levantarse, salir a dar una vuelta y empezar a darse un baño de mediocridad desde que uno se toma el cafelito.
Un abrazo.
¡HOLA PACO!
HACE TIEMPO QUE NO ENTRABA EN TU BLOG, POR QUÉ, AUNQUE CUENTAS VERDADES COMO PUÑOS, ABURRE MUCHO QUE UNA "PANDA" DE AMIGOS, NO PAREN DE ECHARSE FLORES.
TE REITERAS TANTO CON BELEN, QUE NO SÉ SI CREER QUE TIENES CELOS DE SU FAMA,. PERO VAMOS QUE ES MUY FÁCIL HACER CRITICAS A LOS DEMÁS, PARA RESALTAR LAS VIRTUDES QUE NOS CREEMOS QUE TENEMOS,QUE YA ES "EGO"
TE DIGO ESTO, PORQUE, NO ESPERARÁS,
QUE BELEN SE PRESENTE A LA POLITICA PARA ARREGLAR EL PAIS,SE TENDRIAN QUE PRESENTAR, LOS PENSADORES INTELICENTES QUE TANTO CRITICAN
PERO CLARO, A ESTAS PERSONAS, AL TENER QUE TRABAJAR, SE LES ACABARIA EL CHOLLO DE "MIRARSE" EL OMBLIGO Y SENTIRSE BOHEMIOS.
NO SÉ, SI AL NO ELOGIAROS, EN LA MEDIDA QUE LO HACEIS USTEDES, NO SOY BIEN RECIBIDA EN TU BLOG
DE TODAS MANERAS UN SALUDO PARA TI......... Y TUS "SEGUIDORES"
Hola, Anónima. Pues bienvenida de nuevo por aquí. Me parece que no te enteras con lo de Belén, sólo es un ejemplo de cómo los niños y niñas de hoy aspiran a la más alta vulgaridad. Por otra parte, los que aquí comentan mis entradas no son "amigos". He de decirte que no conozco personalmente a ninguno, de momento. Y sí, critico porque pago impuestos, trabajo desde los 16 años, de bohemia nada. Y porque pertenezco a una generación que, por lo menos antes, pensaba, ahora lo dudo un tanto. Y que yo sepa jamás he expresado aquí mis "virtudes" como dices, así que no entiendo lo del ego. Ni idea de por qué te picas tanto últimamente cada vez que entras, chica.
Un abrazo.
Anónimo:
Permítame usted decirle que la palabra acridez no existe. Se le habrá ido a usted la pinza como a mí al utilizar la palabra impostar, atribuyéndole un significado equivocado. Nos suele pasar bastante a los que escribimos, claro, los que no se mojan no cometen errores.
Sigue gustándome su estilo, se nota que es usted de letras, lo que yo a veces añoro, ya que si ha visto mis datos soy de ciencias, más bien por necesidades coyunturales del momento en que tuve que elegir, aunque mi vocación son las letras, y mucho me temo que nunca podré competir con filólogos en el noble arte de juntar palabras.
Decirle que, entiendo su curiosidad al leer mi carta e ir al Google, buscarme y ponerme un par de banderillas, aunque creo haberme explicado ya lo suficiente.
No se crea que, en realidad, al final le he cogido cierto gustillo a lo de pleitear con usted. Lo de la invitación al blog va de corazón. Creo que tiene usted tablas, argumentos y agudezas como para amenizar esto.
Bueno, le dejo. Ahora mismo ando por el sur, tengo que abandonar una habitación de hotel y tomarme un café leyendo el Mundo, tranquilo y a mi bola. Espero verle por aquí.
Un abrazo.
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