Acaba de aprobarse el anteproyecto de ley por el que los profesores de la Comunidad de Madrid van a ser considerados autoridad pública. La lástima es que esta medida no se extienda a todo el territorio nacional, pero algo es algo. Para los que van de falsos progres y no les gusta que el ejército vaya en los atuneros ni que el ejército dispare en las guerras ni que la policía detenga a los delincuentes, la medida es exagerada. Pero la verdad es que hacía falta. Aún recuerdo hace dos años las amenazas y el intento de agresión por parte del novio de una niñata de E.S.O. a un compañero siendo yo jefe de estudios. El profesor denunció y fue tratado como si las amenazas hubieran sido hechas a un particular en la calle. Hay que recordar que los profesores están siendo agredidos moral y físicamente por alumnos y padres ejerciendo la profesión en sus puestos de trabajo. Y que la autoridad de la que antes gozaba un docente por el simple hecho de serlo se ha perdido. Por tanto, es evidente que había que actuar. La medida no nos va a convertir en policías, como van diciendo por ahí algunos insensatos. Sólo va a permitir que quien agreda a un maestro tenga pena de cárcel, lo que hará que muchos padres y alumnos se lo piensen antes de ejercer la violencia. Además, nuestro testimonio tendrá presunción de veracidad.
La medida devolverá a los profesores su dignidad, erosionada tras el paso de las sucesivas reformas educativas que han convertido la Educación en un fracaso. Y a lo mejor, a partir de ahora, los docentes podemos reconducir un poco la dinámica diaria de las aulas sin tener que aguantar cachondeos e insultos. Queda mucho para que la Educación en España alcance los niveles de nuestros vecinos europeos. Pero por una vez, sin que sirva de precedente, desde una institución pública se me envía un mensaje de esperanza. Esperemos que alguien comprenda alguna vez que no se puede mantener la enseñanza obligatoria hasta los 16 años, que los bachilleratos deberían ser más largos y que en la formación profesional habría que impartir las asignaturas que se daban antes, es decir, matemáticas, inglés, etc.
3 comentarios:
Completamente de acuerdo contigo, Paco. La educación debe dejar de ser el campo de pruebas de las revoluciones que los políticos no se atreven a hacer en otros campos. No dejamos de ser funcionarios, es decir, representantes del Estado, y es en el ejercicio de nuestras funciones en el que se producen las vejaciones e insultos. No podemos tener una autoridad de quita y pon según los vaivenes de la nostalgia maoísta de los que nunca han consultado a los profesores para hacer leyes educativas. Basta de demagogía barata. Un fuerte abrazo.
Completamente de acuerdo contigo, José Miguel. Un abrazo.
http://www.eduardpunset.es/2225/general/la-crisis-de-fondo-esta-en-la-educacion
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