“Es un insulto a mi inteligencia”, le decía Michael Corleone a su cuñado cuando éste negaba su implicación en el asesinato de Sony, hermano mayor de aquél. Desde entonces, la frase ha quedado impresa en el inconsciente colectivo y es utilizada recurrentemente. Me apropio de la misma para decir que es un insulto a la inteligencia y al sentido común la puesta en escena de la plana mayor del Gobierno la mañana siguiente a la liberación de los pescadores del Alakrana. Ahora que ya podemos hablar después de la ley del silencio, hay que joderse, hay que decir que España ha pagado y los secuestradores han soltado a los rehenes, punto. De ahí a considerar el hecho un éxito del Gobierno media un abismo. Otra cosa es que el ejecutivo hubiera planeado una operación militar; o que los inexistentes infantes de marina hubieran repelido la agresión desde el barco antes del abordaje. Entonces sí. El Gobierno lo único que ha hecho es negar que los soldados vayan en los barcos, de ahí el secuestro. Después ha cedido al chantaje. Y luego ha dado orden de perseguir a los desarrapados de los kalashnikov. Resulta que con las dos fragatas mejor equipadas del mundo, el helicóptero, la lancha rápida y el copón de la baraja, no han sido capaces de cogerlos. O sí, pero ha sido un paripé, que yo ya no me creo nada. Que estos han sido capaces de pactar con los piratas hasta su huída. O si no, ¿qué es esto? ¿Una peli de Berlanga? ¿Una guerra de las de Gila?
Lo de los secuestros clama al cielo. Que los europeos tengamos los ejércitos más avanzados y que no podamos con esas bandas de mercenarios es increíble. Lo que ha hecho el Gobierno es fomentar la piratería pues, al conseguir pasta, los piratas seguirán abordando. Incluso hemos subido el caché, ya que hemos pagado el rescate más caro hasta ahora. Y como, al parecer, se ha pactado el regreso de los compinches que tenemos aquí detenidos, están presionando a la Judicatura intentando quitar cargos. A ver cómo manipulan al fiscal cuya acusación rebasaría con mucho los cinco años de condena que exige la Ley de Enjuiciamiento Criminal como límite para los juicios rápidos (Ley 38/2002, art. 795).
Ya digo, lo que más me indigna es que lo presenten como un éxito de la diplomacia. Somos muchos a los que todavía nos quedan unos gramos de sentido común por mucho que piensen que somos tontos. Y para los que toda la gestión de principio a fin es un insulto a la inteligencia.
2 comentarios:
Es ciertamente escandaloso, pero parece que lo propio de este gobierno es negociar jugando con la dignidad de los ciudadanos que debe representar. Ya negoció con los asesinos totalitarios y racistas de la ETA, y no debe extrañarnos que lo haga ahora con unos pelanas exóticos. También es intolerable que el rescate se haya pagado con el dinero de los contribuyentes, haciéndonos cómplices de una ignominia moral. Deben dar muchas explicaciones, aunque nadie dimitirá, me parece -como sería lo lógico en cualquier país medianamente serio-, lo que dice mucho de la calidad de nuestra democracia. Un abrazo.
Cuatro mil y pico millones de pesetas del herario público, que se dice pronto. Y de dimitir, nada. Cómo van a dimitir si se creen que lo han hecho estupendamente.
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