Sólo me alegraré de una cosa en la resolución de la crisis del Alakrana según el criteriode nuestro gobierno: de la liberación de los pescadores y del fin de la angustia de ellos y de sus familias. Pero no puedo estar contento por nada más. Resulta que nos tenemos que ir a pescar donde Cristo perdió el mechero porque hemos esquilmado nuestros mares. Pero de ahí a que una banda de macarras con kalashnikov y lanzagranadas secuestren a los trabajadores que van en los barcos media un abismo. Primero, si se pesca en aquel caladero es porque los países que ponen allí a sus pesqueros pagan una millonada, no sale gratis. Por tanto, según la legalidad internacional, los barcos están allí con plenos derechos. Y segundo, un barco con estandarte español en alta mar es territorio español, cosa que estos tíos de los fusiles se pasan por el forro de sus caprichos, avalados por sus abogados londinenses cuyos bufetes se están forrando con los rescates.
Creo que ningún gobierno debería permitir el abordaje de sus pesqueros y me parece de sentido común el que en los barcos vayan militares armados hasta los dientes, ya que los secuestradores no son hermanitas de la caridad. Para eso y para otras cosas está el ejército. Creo también, que un gobierno no debería ceder al chantaje de estos tipos y que debería resolver militarmente todos los secuestros que se produjeran. Con esta gente de los lanzagranadas no hay nada que hablar.
Particularizando en el caso español, resulta particularmente esperpéntico el lío que están montando con los dos secuestradores detenidos por la Armada y actualmente custodiados por nuestro Sistema Judicial, independiente, como en cualquier país democrático que se precie, de los poderes legislativo y ejecutivo. Pues resulta que ahora nuestro gobierno pretende meter la zarpa en nuestra Justicia porque no sabe cómo devolver a los detenidos a los secuestradores que están demandando el regreso de sus compinches como parte del rescate. Estos dos delincuentes deberían ser juzgados y, si son culpables, condenados.
Si cedemos a los chantajes mañana nos volverán a hacer lo mismo. E insisto, teniendo ejército como tenemos, se debería montar una operación para rescatar el Alakrana. Y mientras persista la actitud de estos desalmados piratas, los soldados deberían proteger nuestros barcos y, en general, cualquier interés español en el extranjero. A ver si empezamos a ser serios.
2 comentarios:
Muy bien dicho, Paco. A la incompetencia se únen los tabúes buenistas. Un saludo.
Gracias, José Miguel. Aunque escribir lo que uno piense a veces le genere más problemas que beneficios, yo erre que erre.
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