Como todos los días, desperté en mi casa sin saber dónde estaba. Me preparé un café con leche y me senté frente a la ventana. Era maravilloso observar un paisaje nuevo cada mañana, porque nunca podía acordarme del día anterior.
Una mujer a la que no conocía entró por la puerta. Me traía las provisiones diarias, según dijo.
-Hoy tiene usted mejor cara - comentó con desgana-. Al rato, se fue como había venido.
Abrí el sobre que había encima de la mesa. "Para abrir cada mañana", podía leerse en el anverso. Lo leí:
"Si quiere anular el deseo que le concedí sólo tiene que desearlo con fuerza".
Preferí desear, como cada día, no recordar nada al día siguiente.
14 comentarios:
¡Qué bueno y qué bonito cuentecito, Paco! Me ha encantado. Precioso y con enjundia. Felicidades. Te ha quedado redondo.
Más de estos, please ;-)
Graias, S.Cid. Pondré alguno más. Un beso.
Hay que estar muy desesperado para no querer tener memoria. Imagino el pasado del protagonista.
Buen micro.
Un abrazo.
Gracias, Mercedes. Buena imaginación. Un beso.
Recuerda, sin embargo, que tiene que huir de sus recuerdos. Muy bueno. Ojalá muchas veces pudiéramos olvidar a voluntad
Muy bueno, sobre todo por como se sugiere, sin referirse nunca a ello directamente, que hay algo que el protagonista desea olvidar.
Hay algunos anhelos de las personas que ningun genero refleja tan bien como la ciencia ficcion.
Un saludo.
Chungo.
¿Verdad que sí, Miguel?
Cierto, Antonio. Por eso una de mis pelis es Blade Runner.
Anónimo, ¿qué quieres que te diga?
Un abrazo a todos.
La ilusión de descubrir cada día la vida tiene que ser maravilloso, sin recuerdos que duelen y cansan pero...., yo creo que los echaría de menos, (soy rara, no me hagas caso), es un relato precioso que hace pensar...
Un día tendrías que decidirte a escribir muchos más textos como este, sinceramente me encantan todos los que he leido.
Besitos.
Gracias, Campoazul. Un beso.
Te manejas muy bien con los micros, este es excelente. Un abrazo.
A ver si va a resultar que eres un replicante...
Un saludo, Maestro.
Me ha encantado este micro, enhorabuena. Aunque me da mucha pena el protagonista. Es cierto que todos tenemos recuerdos que duelen y que nos encantaría poder olvidarlos, pero también tenemos recuerdos maravillosos y todos, los buenos y los malos, nos recuerdan por qué somos como somos, forman parte de nosotros. Aunque bien pensado, sería genial poder olvidar los malos y recordar siempre los buenos. Muchos besos.
Cuéntate la vida http://cuentatelavida.blogspot.com
Me encanta Blade Runner, Guido, peliculón.
Gracias, Felisa.
Gracias, Goizeder. Sí, a veces quisiéramos olvidar, sería muy agradable olvidar lo malo y quedarnos con lo bueno, pero evidentemente esto no es posible.
Un abrazo a los tres.
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