Lucha por salir del mundo,
desesperadamente,
bajo una cúpula en ruinas,
putrefacta y fétida,
pero no puede,
por más que lo intenta,
por más que su esfuerzo le consume.
Araña el mundo,
desde dentro,
intentando romper el cascarón,
pero no puede,
empuja con ahínco,
pero no puede,
él no ceja en el empeño,
mientras la muerte le observa,
impasible,
en compañía de un niño,
que vigila ante la indicación de su madre,
la muerte desnuda.
Sangre entre continentes,
que cae sobre un lienzo blanco,
que sostiene el mundo,
que se resiste al nacimiento,
entre un horizonte gris
de campos amarillos,
paraguas roto y doblado,
palio del intento de renacer,
ante la torre vigía,
ante una humanidad esquilmada.
La muerte enseña a su hijo a nacer,
desesperadamente,
bajo una cúpula en ruinas,
putrefacta y fétida,
pero no puede,
por más que lo intenta,
por más que su esfuerzo le consume.
Araña el mundo,
desde dentro,
intentando romper el cascarón,
pero no puede,
empuja con ahínco,
pero no puede,
él no ceja en el empeño,
mientras la muerte le observa,
impasible,
en compañía de un niño,
que vigila ante la indicación de su madre,
la muerte desnuda.
Sangre entre continentes,
que cae sobre un lienzo blanco,
que sostiene el mundo,
que se resiste al nacimiento,
entre un horizonte gris
de campos amarillos,
paraguas roto y doblado,
palio del intento de renacer,
ante la torre vigía,
ante una humanidad esquilmada.
La muerte enseña a su hijo a nacer,
mas no le enseñará cómo morir.
1 comentario:
Salud amigo, he pasado por tu blog y te dejo en el mi huella desde Argentina te saluda
Lydia Raquel Pistagnesi
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