Leí no hace mucho tiempo “El documento Saldaña”, tercera novela de Pedro de Paz. Me gustó mucho. Por eso tenía ganas de leer “Muñecas tras el cristal”, la que es su segunda novela. Hasta ahora es lo único que se puede leer del amigo Pedro, ya que su primera novela, “El hombre que mató a Durruti”, ganadora del I Certamen Internacional de Novela Corta José Saramago, es imposible de encontrar, a pesar de que incluso fue traducida al inglés.
Pedro es un escritor que se mueve, atento con sus lectores y prolífico en actos culturales. No es el típico escritor que está encerrado en casa. Yo le conocí moderando una conferencia de Novela Negra en el Instituto Cervantes dentro de los actos organizados por el último Getafe Negro, en la que actuaban como ponentes Marcelo Luján, Óscar Urra, Francisco Zamora y José Ángel Mañas. Y luego me lo he encontrado por ahí en diversos bolos literarios. El penúltimo, no hace mucho, fue en la librería Estudio en Escalata de Madrid, donde junto con los escritoresMarcelo Luján y Pedro Herrasti, habló de Madrid como escenario en sus novelas y de las posibilidades de la capital para escribir Novela Negra frente a otras ciudades más clásicas del género como Barcelona. Y la última oportunidad en la que he podido verle fue en una conferencia impartida junto al también escritor Jerónimo Tristante que venía a tratar el tema de que si había que ser sueco para vivir de esto.
“Muñecas tras el cristal” es una novela que no se extiende más allá de las doscientas páginas. El planteamiento de la trama es sencillo: un hombre que vive sólo en una suerte de dinámica de vida misántropa, descubre en una fotografía pornográfica de Internet a la chica de la que estuvo enamorado varios años atrás. A partir de aquí la novela ya está planteada y se reduce a la búsqueda de la chica. Pedro hace viajar al lector a través de una serie de secundarios muy bien construidos que pertenecen, por un lado, al grupo de la antigua pandilla de Jaime, el protagonista, y Noelia, la chica de la fotografía. Y por otro, al grupo policial que está haciendo el seguimiento al mafioso que es el dueño del entramado pornográfico, personaje al que Pedro dota de nacionalidad italiana para que su condición de mafioso tenga más fuerza.
Pedro dibuja con habilidad la lucha entre buenos y malos, conduciéndonos poco a poco hasta un desenlace en que a servidor se le humedecieron los ojos. Porque al autor, escritor de género negro, le gusta dotar a sus novelas de una historia de amor, y aquí lo borda.
Por tanto, puedo decir que “Muñecas tras el cristal”, cuyo trasfondo geográfico es la ciudad de Madrid, es una novela altamente recomendable que el lector leerá en muy poco tiempo no sólo por lo corta que es, sino porque desde las primeras páginas es una novela vertiginosa que no frena hasta la resolución del conflicto.
Charlé con Pedro en Cuenca y le dije que la novela me estaba gustando mucho. Y frente a unas cervezas me contó que a finales de año se reeditará “El hombre que mató a Durruti”. Y además, tiene una cuarta novela terminada en proceso de búsqueda de editorial. Una novela que sus lectores esperaremos con impaciencia. Suerte, Pedro.
11 comentarios:
Llevo un tiempo dilatando el momento de leer alguna de sus novelas, así que te agradezco este recordatorio. "Le tengo fe" a Pedro de Paz, así que en cuanto me libere de los atrasos, me voy a hacer con uno o dos títulos
Un saludo
Ha de ser muy buena y con mucho sentimiento cuando reconoces que se te has emocionado...
Nunca he leído nada de Pedro de Paz..., pero es que leyendote siempre entran ganas de saber como termina lo que tu empiezas..., ya sólo me falta tiempo pues los deseos ya no se me irán.
Un saludo.
Pues yo no le conocía, y tu post es la primera noticia que tengo de él. Suena interesante. Como interesante suenta también el mundillo literario por el que paseas y que describes con frecuencia en tus posts. Yo nunca me he movido por esos ambientes. Quizá por ello disfruto tanto cuando te los leo a ti.
Saludos
Muñecas tras el cristal, un título muy sugerente, y el argumento más. Me parece que habrá que leer a este escritor Pedro de Paz.
Gracias por traernos tus experiencias literarias.
Un abrazo.
Tengo el gran honor de conocer a Pedro desde hce tiempo, de haber leído sus novelas, el Durruti incluido antes de que se lo tradujeran, incluso haber leído papeles volanderos suyos que seguramente nunca se publicarán, y me alegro muchísimo de cada nuevo lector que gana y cada buena crítica que le hacen.
Guido:
Disfrutarás de la lectura, seguro. Pedro tiene algo especial.
Campoazul:
Pues sí, la verdad es que el final me emocionó bastante, se me humedecieron los ojos. Espero que lo disfrutes si te animas a leerla.
S. Cid:
Pues ya le conoces. Y la verdad es que me gusta a ir a actos literarios y cambiar impresiones con los escritores y hablar con gente con mis mismas inquietudes.
Mercedes:
Mola el título, ¿verdad? A mí también me pareció muy sugerente. Y su lectura ha confirmado todas mis expectativas.
Miguel Baquero:
Pues qué suerte la tuya. Yo espero que editen el Durruti a final de año y poder leerlo. Yo también me alegro de que le vaya bien porque además de buen escritor es buena gente.
Yo estoy pendiente de leer Munecas tras el cristal. El hombre que mato a Durruti es una de las mejores novelas de serie negra que lei de un autor espanol: la trama policiaca, los personajes, el ambiente triste y sucio de la guerra, la hacen inolvidable. Su reedicion es una gran noticia.
Un saludo
Gracias a todos por vuestras amables palabras y en particular a Paco, buen amigo y mejor persona, por su benevolente opinión. Me alegra mucho que hayas disfrutado con la lectura de Muñecas tras el cristal, pero he de confesarte un par de cosas: 1) Nadie nunca ha tenido los arrestos para declarar que se ha emocionado con el final y tu sí. Eso te honra. A la gente parece que le cuesta confesar que se puede emocionar con un pasaje de una novela de aventuras, un thriller o una novela negra. Parece como si desprestigiase. 2) eres de las pocas personas que repararon el el "cierre del círculo" (banco del parque del principio, banco del parque del final). Enhorabuena por la perspicacia. Da gusto contar con lectores como tú.
Abrazos a todos. Ha sido un placer.
PS.- Gracias, Guido, por la fe :-)
PS.- Un abrazote gordo, sr. Baquero. Yo también le tengo a usted en muy alta estima -literaria y personal- y lo sabe. Hace mucho que no me paso por su blog. Mea culpa. Procuraré repararlo en breve.
Antonio:
Pues me alegro que seas uno de los pocos que ha tenido la suerte de leer la primera de Pedro que yo espero leer a finales de año cuando se reedite. No te defraudará "Muñecas...", créeme, es una novela magnífica.
Pedro:
Gracias a ti por tu amabilidad siempre que nos hemos encontrado. Habiendo escritores como tú existimos lectores como nosotros. Ah, por cierto, se me olvidó al hacer la crónica mencionar ese bar al que siempre llevas a tus personajes y en el que se encuentran personajes de tus otras novelas. Me parece un hecho curioso y simpático delo que no sé si todos tus lectores se habrán dado cuenta. Nos vemos.
Un abrazo para los dos.
Jajajaja... Es una private joke que muy pocos lectores han descubierto... Tú, que tienes las dos novelas, prueba a leer y comparar el pasaje ("Muñecas tras el cristal") en el que Jaime Areta se sienta a tomar una copa y reflexionar tras su encuentro en el club de golf con su amiga de la infancia y el pasaje ("El documento Saldaña") en el que Lola y Cortés van a tomarse una copa tras su primer encuentro con WolfBeast, el informático. Y me cuentas. :-)
Por lectores (y amigos) como tú es por lo que merece la pena soportar muchas de los sinsabores de este mundillo.
Abrazos.
Ya lo hice, Pedro, y la verdad es que mola un huevo que tus personajes de novelas distintas estén en el mismo bar en el mismo momento. Es una cosa muy original que haya un nexo de unión entre las novelas de un autor y que ese nexo sea un bar, un lugar de reunión donde uno suele acudir a charlar con amigos. Un bar como testigo de excepción del encuentro de personajes novelescos. Es genial.
Ya te dije que los lectores como yo existimos por los escritores como tú. Ánimo con esa cuarta novela, a ver si responde algún editor rápido, que hay un buen montón de gente esperando. Un abrazo, Pedro.
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