Llegué a la librería Estudio en Escarlata diez minutos antes y casi me di de bruces con el autor y con Domingo Villar, que acompañaba a Oscar en la presentación. Compré sus dos novelas; la primera se titula “A timba abierta” y la segunda, objeto de la presentación, es “Impar y rojo”, ambas editadas por la editorial Salto de página. Al ir a pagar, la librera me comentó que se encontraba allí el autor, de sobra lo sabía yo. Oscar se dirigió a mí y me comentó que me conocía. «Tú estabas en primera fila aquel día de Getafe Negro, en el Instituito Cervantes», me dijo. Le aclaré que es que a mí me gustan estos saraos. Aproveché para preguntarle a Domingo Villar que para cuándo la próxima del inspector Leo Caldas y me dijo que para dentro de dos años, más o menos. Se ve que el éxito ha relajado al gallego, que nos comentó más tarde que “La playa de los ahogados” se había traducido al alemán, al búlgaro, al italiano y a algunos otros idiomas. También comentó que estaba trabajando en cuentos infantiles y que le habían seleccionado para publicar un relato en una antología que se iba a editar en el marco de un festival alemán y en la que iban a participar varios escritores de diversas nacionalidades. Todo esto lo comentaba en presencia de Pedro de Paz, otro escritor compañero de generación que también estaba por allí.
Abrió la presentación Juan Escarlata, el librero, que nos dijo que ésta era la última presentación del año, cerrando así un ciclo intenso en los que la librería ha hecho un esfuerzo organizativo sin precedentes. Esperamos con inquietud el nuevo año, Juan.
Continuó con la misma el editor de Oscar representando a Salto de página, que hizo una breve reseña biográfica del escritor, que fue finalista del Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón a la mejor primera novela policial del año.
Prosiguió Domingo, que definió con humor gallego a la Novela Negra como el género que utilizaban los escritores para decir lo que les daba la gana. Y recorrió sin desvelar nada “Impar y rojo”, realizando un análisis certero del estilo Oscar, que narra en tercera persona las aventuras y desventuras de Julio Cabria, su personaje, un detective del madrileño barrio de Tirso de Molina, con un estilo pulcro y cuidado, no en vano, Oscar, es filólogo. Y que, sin embargo, pone en boca de sus personajes expresiones castizas.
Cerró el acto el propio Oscar, que nos dio una interesante conferencia sobre cómo confeccionar una novela. Y nos dijo que, si bien en “A timba abierta” había utilizado la estructura clásica del asesinato en habitación cerrada asimilada a “asesinato en barrio cerrado”, ya que en el libro el detective no sale de Tirso de Molina, en “Impar y rojo” había sacado a su detective de paseo por el mundo, fuera de las fronteras de ese submundo que había creado en su primera novela. Cerró la presentación de forma original: su editor le pasó un sobre a su nombre y cuyo remitente era el propio Julio Cabria. Era una carta que nos leyó allí mismo en la que el detective ponía verde a su creador por meterle en un montón de líos al asignarle los casos. Un ejercicio literario en directo genial.
Y yo, como siempre hago después de cada presentación, abandoné Estudio en Escarlata con mis dos ejemplares firmados y dispuesto a comerme mi bandejita de ibéricos y mi vinito de Rioja, que Literatura y Gastronomía van unidas, ya nos lo enseñó el maestro Montalbán.
7 comentarios:
Precisa reseña, Paco. A ver si en la próxima tenemos ocasión de charlar de forma un poco más extendida (y distendida).
Saludos.
Pues estaré encantado de charlar contigo, Pedro. Y a ver si es pronto. Un abrazo.
¡Gracias por entrar en mi blog!
Un abrazo.
Gracias a ti por dar una vuelta por aquí, Silice. Un abrazo.
Estoy visitando tu blog ,muy bonito
la emocione ha pasado...
(Cuando tengo alguna falta gramatical ;perdone;porque estoy de RUMANIA.)
Un abrazo.
Gracias, Ángela. Un beso.
Hola, Paco, a traves de Ángela he conocido tu blog y me ha gustado mucho.
Te invito a visitar el mío.
¡Felices Fiestas!
Saludos. María
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