Bueno, pues si el otro día fue un sarao literario, ayer fue un sarao musical: los 80 en concierto, en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Lo que montó Miguel Cañas ayer estuvo superior. Y eso que el concierto empezó un poco raro. Lo digo porque, por lo que se ve, ahora estos espectáculos empiezan con un show de un disc jockey, o DJ o como coño se llamen ahora. Yo creo que el tipo, que resultó ser el periodista musical Carlos Moreno “el pulpo”, andaba algo despistado porque lanzaba arengas del tipo “¿Quiénes de los de aquí tienen 30 años?”. Quiero recordarle que los treintañeros en los 80 tenían diez añitos, o sea, que no eran los protas de la Movida. Y después empezó a poner música, sonaron Hombres G, Danza invisible, Alejandro Sanz..., y entonces fue cuando me dije “empezamos bien. ¿Qué coño tendrá que ver Alejandro Sanz con la Movida?”. Y los dos otros grupos mencionados, pues hombre, tampoco es que cayeran demasiado bien en mi barrio por aquellos tiempos. Menos mal que el pulpo enmendó la plana y logró ponerme los pelos de punta cuando pinchó “Cien gaviotas” y continuó con Radio Futura, etc. Fue cuando me dije “bueno, esto empieza a tener buena pinta”.
Cuando se retiró el pulpo empezaron a desfilar los artitas, a tres canciones cada uno, por eso del tiempo. Y el primero que salió fue Carmelo López, de “el Norte” que me emocionó un pelín, ya que se marcó “La chica de ayer” y dedicó el concierto a Antonio Vega, con un par. Luego salió Pablo Perea de “la Trampa” y tocaron un tema a medias. Los dos tienen una voz de la hostia y son unos virtuosos de la guitarra, dio gusto escucharles. A esas alturas ya estaba yo abajo dando botes a pesar de disfrutar de una invitación VIP.
Los años 80 fueron los más fructíferos de la música española. Había grupos a tuti plen y salían músicos hasta de debajo de las piedras. A ver si no por qué toco yo la guitarra. Pues porque en aquel entonces quería imitarlos. Y aunque yo me defiendo para tocar en una jam session, no soy un virtuoso, pero recuerdo que virtuosos había en cada manzana de mi barrio, y en todos los barrios. Fue una explosión de creatividad sin precedentes. Había grupos y más grupos, a cual mejor. Aunque si yo tuviera que elegir a dos, sólo a dos, me quedaría con “Secretos” y con “Nacha Pop”, pero es que claro, estaban “Radio Futura”, “Duncan Dhu”, “Burning”, “Siniestro Total”, “Ilegales”, “Golpes Bajos”, “La Guardia”, etc., etc., etc. Y queríamos ser como Antonio Vega y como Enrique Urquijo. Y coreábamos aquello de...
En el bulevar de los sueños rotos
vive una dama de poncho rojo,
pelo de plata y carne morena.
Mestiza ardiente de lengua libre,
gata valiente de piel de tigre
con voz de rayo de luna llena.
...y tantas otras.
Fueron tiempos en que se cuidaban las letras y los acordes. Fue la Edad de Oro. Cuando comparo aquellos años con los de ahora en los que los ídolos son gente como Bisbal me dan ganas de llorar. Y al fin y al cabo, el Bisbal canta, pero es que ahora los niños quieren ser como Belén Esteban, en fin para flipar, qué pena.
Total, que por el escenario siguieron circulando Alberto Comesaña, los “Tennessi”, Miguel Costa, de “Siniestro Total”... Especial fue el momento de la subida al escenario de Manolo Tena, que interpretó “Tocar madera”, “Frío” y “Sangre española”. Aunque fue Miguel Costa el que nos hizo dar botes con “Era una chica muy mona” y “Bailaré sobre tu tumba”.
Me llamó la atención la colgadura de Bernardo Vázquez, de “los Refrescos”. Abrió con “Mi agüita amarilla”, y no dejó de dar botes durante toda la actuación, bajándose incluso abajo a bailar y a vacilar con el público.
La anécdota estuvo cuando en plena actuación de “los Inhumanos” me subieron al escenario. Así que allí estuve con otros cuantos elegidos del público bailando mientras el grupo cantaba aquello de “...qué difícil es hacer el amor en un SIMCA 1000...”
Total, que anoche rememoramos una época. Una época que en su día no valoramos porque creíamos que a partir de ese momento todo iba a seguir así. Nos equivocamos. Aquello fue un paréntesis dentro de la Historia de la Música en España. Pero aquello se acabó, y ahora tenemos lo que tenemos.
Después del concierto nos fuimos a una discoteca y, como iba con quien iba, pues también entré gratis, vamos, por la patilla, por la jeró. Y allí estaba Miguel Cañas, y otros productores, y el chavalito de “Inhumanos”, y Carmelo López, que se hizo una foto conmigo, la que precede a esta entrada, y en fin, que lo pasamos estupendamente. Rememorando una época maravillosa en la que tomarte una cerveza y fumarte un cigarro no era pecado.
6 comentarios:
El fenómeno musical en la España de los 80 es irrepetible. Después, se perdió la frescura y se impuso la perversión, el cálculo y componendas poco éticas. Lo peor, con todo, es que el fenómeno se hizo extensible a otros campos de la vida diaria.
Un saludo.
Qué bueno, Paco, qué envidia me has dado. Me has hundido en la nostalgia. Ya no habrá una época como aquella. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, Guido. Se pasó del talento a la vulgaridad.
Estuvo genial, José Miguel. Volver a oír esas canciones me puso los pelos de punta.
Un abrazo.
HOLA!Me gusta visitar tu blog encontrar algo nuevo la vida en los80 yo he pasado en un regim comunista pero bien con sus alegria y desgracia ,ahora disfrutando de todo como se ha abierto la puerta ;EUROPA; estoy siempre llenando mi vida con todo;LA VIDA ES UN INSTANTE QUE PASA Y NO VUELVE;(Cuando notas un fallo gramatical ,perdone,estoy de RUMANIA).
UN SALUDO
!FELZ NAVIDADY AÑO NUEVO!
Gracias, Ángela, y Feliz Navidad también para ti.
Ciertamente, hay Disc Jokey (como se decía en mi época), que no han mamao, nada de la verdadera movida y meten la pata hasta el corvejón. Lo malo del asunto que los tíos son tan engreídamente prepotentes que te miran como si estuvieran en lo cierto.
Que suerte tenéis por la capital, aquí en el sur, sur, no hay nada mas que sol y gambas.
Cordiales saludos.
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