En pleno siglo XXI, cuando la piratería marítima ocupaba sólo una parte de la memoria histórica de siglos pasados y protagonizaba el romanticismo de algunas novelas y películas de Hollywood, vuelven a surgir los piratas. Y lo hacen en Somalia, un no país controlado a medias por islamistas radicales y señores de la guerra. Todo empezó con algunos secuestros de pesqueros, operaciones de poca monta. Pero las últimas hazañas de estos hombres han sido el secuestro de uno de los buques petroleros más grandes del mundo y de otro buque cargado de cereales de Hong Kong. Se están haciendo fuertes. Los piratas del cuerno de África tienen a día de hoy 17 presas y más de 200 rehenes. Operan ya a 400 millas de la costa somalí en un área de 3 millones de kilómetros cuadrados, seis veces la superficie de España. La franja de mar que han hecho su territorio es demasiado extensa como para ser totalmente controlada por las potencias que han enviado hasta allí buques de guerra. El pasado martes, una fragata de la armada india hundió uno de los barcos de los piratas; lo que no habían conseguido EE.UU. y la Unión europea lo ha hecho una de las potencias asiáticas emergentes.
El primer país que está pagando económicamente los actos de los piratas es Egipto, que está viendo reducido el tráfico marítimo a través del Canal de Suez. Si esto no se arregla, subirán las primas de los seguros de las cargas, de los ocupantes y de los barcos. Puede que el primer problema al que se enfrente la nueva administración americana sea Somalia, en donde Clinton ya tuvo su primer fracaso cuando todo el mundo vio como la gente arrastraba a los marines masacrados por las calles de Mogadiscio. Y puede que la solución de este nuevo problema surgido a principios de siglo XXI no sea tan fácil como creen algunos.
El primer país que está pagando económicamente los actos de los piratas es Egipto, que está viendo reducido el tráfico marítimo a través del Canal de Suez. Si esto no se arregla, subirán las primas de los seguros de las cargas, de los ocupantes y de los barcos. Puede que el primer problema al que se enfrente la nueva administración americana sea Somalia, en donde Clinton ya tuvo su primer fracaso cuando todo el mundo vio como la gente arrastraba a los marines masacrados por las calles de Mogadiscio. Y puede que la solución de este nuevo problema surgido a principios de siglo XXI no sea tan fácil como creen algunos.
3 comentarios:
Lo cierto es que cuando veo estas noticias de piratería me quedo un poco desconcertada. ¿No se puede hacer nada con esta gente? ¿Tan complicado es detenerlos? Con los medios técnicos que existen hoy en día y que los piratas campen a sus anchas, quizás es que los países no se lo están tomando en serio.
Buen artículo, gracias por compatirlo.
Saludos
Buen articulo, hay mucha informacion sobre pirateria pero todo suma.
Saludos Leo.
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Es que la piratería real es así de cruda y dura. Sólo cambian los métodos y las armas, pero el pirata es un chorizo, ahora y hace tres siglos.
La verdad es que asusta el caos y la alegalidad de paises como Somalia. Vivir allí debe ser toda una aventura.
Saludos.
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