Hoy no voy a hacer la crónica de la presentación de mi novela en Toledo. La razón es que tuve la agradable sorpresa de conocer a S.Cid en persona, una amiga hasta ahora virtual y que dirige el blog Finis Terrae. Y ella ha tenido la amable gentileza de hacer la crónica en su blog. Como yo no la haría mejor, os la transcribo aquí con el permiso de ella.
Yo solo tengo que decir que lo pasé estupendamente y que siento sensaciones muy especiales cuando los lectores van a verme y a que les firme un ejemplar, es indescriptible.
Os contaré la anécdota de que perdí el tren para Toledo confiado en que salía a las cuatro cuando en realidad salía a las tres y media. Mi prologuista, mi queridísima amiga Virtudes Reza, llegó a las dos de Algeciras e incluso estuvimos haciendo tiempo después de comer para coger el tren. Al final, el taxista que nos cogió, en principio para ir hasta mi barrio a por el coche, nos llevó a Toledo en el taxi a precio cerrado y, además, nos contó su vida. De novela, os lo aseguro.
La cena en Toledo fue bonita ya que, además de Virtudes, estuvieron conmigo mi hermano y mi cuñada y Paloma, una lectora de Murcia simpatiquísima que vino a la presentación. Solo por estas cosas, escribir merece la pena, os lo aseguro. Por cierto, es la primera vez que pido la carta de vinos y la camarera me trae tres botellas y me dice: “Esto es lo que hay”.
Bueno, ya me callo y os dejo con la estupenda crónica de S.Cid. Y os pongo unas fotos cedidas por Paloma.El pasado diciembre, Paco Gómez Escribano nos contó en su blog que iban a publicar una novela suya. Durante las semanas siguientes, nos fue informando de cómo avanzaba el proceso hasta que, por fin, la novela estuvo en la calle. Hubo una primera presentación (el pasado 15 de enero), en la librería Estudio en Escarlata, a la que quise asistir aunque, por razones que no viene ahora al caso, me fue imposible hacerlo. Afortunadamente, había una segunda oportunidad: la que tuvo lugar el viernes pasado, 18 de febrero, en la librería Taiga de Toledo. En esta ocasión, nada se interpuso en mi camino y pude asistir al evento literario.
Como soy de natural tímido, compliqué a una amiga en la aventura y allí que nos plantamos las dos, una hora y pico antes de que comenzara el asunto. Tuvimos oportunidad, por ello, de ver cómo se preparan los entresijos de una presentación literaria y hacerle algunas fotos al asunto. Por fin, a la hora fijada, aparecieron, además del público, Paco y las dos personas que le iban a acompañar aquella tarde: Virtudes Reza, poeta algecireña que le ha escrito el prólogo, y su editor, Jesús Muñoz.
Comenzó hablando Virtudes, quien señaló que la novela debía ser abordada desde dos puntos de vista: la forma en que está escrita, pues se apoya sobre una gran cantidad de diálogo que la hace muy dinámica; y desde un punto de vista esotérico, pues cada personaje va buscando y, finalmente, encuentra un porqué a su existencia, hasta el punto de que alguno de ellos la ve modificada. Añadió, además, que no es posible encasillar la novela en un solo estilo. Está construida a partir de una consecución de tramas, muy bien tratadas, una de las cuales, que en principio parece secundaria, acaba por convertirse en la principal, de manera que nada es lo que parece.
Jesús Muñoz, el editor, nos contó que este año, precisamente, se cumple el decimoquinto aniversario de la editorial, cuya línea a seguir, desde un principio, se apoyó en dos pilares: uno, la supervivencia, claro; el otro, Toledo. Con la Editorial Ledoria querían, dijo, difundir el nombre de Toledo, lo cual han conseguido. Pero añadió que, además, se ha producido el efecto contrario, pues de un tiempo a esta parte, muchas personas procedentes de fuera de Toledo, como Paco, se han interesado por la Ciudad Imperial.
Llegó después el turno a Paco, quien comenzó diciendo que la escritura es un proceso largo y a veces difícil.Nos contó que él no es profesor de literatura, sino de electricidad, lo cual puede ser chocante vista su faceta de escritor, pero que desde siempre ha sido un lector compulsivo de novelas y que ello le llevó a escribir. Comenzó haciéndolo no para publicar, sino para los conocidos. Sin embargo, con el paso del tiempo, sintió muchas ganas de publicar una novela.
En cuanto a El círculo alquímico, dijo que había escrito la novela que le apetecía leer: en principio una novela de intriga que luego mezcló con la alquimia. Y, señaló que, precisamente desde el momento en que decidió que la alquimia fuera el trasfondo de la historia, Toledo se convirtió en el lugar elegido para su desarrollo, pues le ofrecía todo lo que necesitaba. Así pues, no escogió Toledo por casualidad: la alquimia está inmersa en todas las culturas del planeta y Toledo (junto con Jerusalén y El Cairo, ciudades donde también transcurre la historia) son lugares que albergan las tres culturas. La novela, pues, es un viaje geográfico (visita, como ya se ha indicado, no sólo Toledo, sino también Jerusalén y El Cairo), pero también es un viaje iniciático y espiritual.
Paco nos contó que ha querido escribir una novela dinámica y entretenida, donde sucedan cosas, alejándose del tipo de novela sesuda donde, en realidad, no pasa nada. Hay escritores, dijo, que escriben muy bien, pero que no saben contar una historia, que es justo lo que él pretendía lograr. Se trata, pues, de una novela donde hay buenos y malos, con mucho diálogo, de manera que los personajes no sean planos (herramienta, la del diálogo, que utiliza, junto con la de la voz del narrador, para caracterizarlos).
Señaló que no tiene claro en qué género podría englobarse la novela. En la librería Estudio en Escarlata, dijeron de El círculo alquímico que era un thriller esotérico. Según Paco, es una novela que tiene tintes negros, hay muertos, pero no es propiamente una novela negra pues también es una novela de amor. En cualquier caso, consiguió lo que perseguía porque, como lector, le apetecía leer una novela donde existiera una fusión de géneros.
Como información adicional, nos contó que ha tardado un año en escribir El círculo alquímico debido al gran trabajo de documentación que debió realizar. Hubo de investigar sobre manierismo, el Greco, la restauración de frescos e, incluso, sobre jerarquía eclesiástica. Fue, pues, el trabajo de investigación el que requirió mayores esfuerzos pero, señaló, cuando rebasó las 200 páginas supo que la iba a terminar.
Después de su exposición, comenzó el turno de preguntas. La primera de ellas interrogó sobre, precisamente, este último punto: dado el hecho de que haya tardado un año en escribirla, incluyendo en ello todo el tiempo que le requirió documentarse, se le preguntó cuántas horas escribía al día. Paco contestó que unos días escribía más y otros menos, pues iba simultaneando ambas tareas: investigación y escritura, pero que, por lo general, no suele escribir más de tres horas al día, porque, si excede esa cantidad, deja de rendir.
Partiendo de un comentario que el mismo Paco había referido sobre el hecho de que, en su primera novela, descubrió que, cuando había alcanzado la página 100, no recordaba lo que había escrito en la primera, una segunda pregunta le interrogó acerca del método que utilizaba para evitar estos olvidos. Paco contestó que en aquella primera novela lo que hizo fue volver atrás y realizar un pequeño resumen de cada capítulo. Luego, con las sucesivas novelas, fue adquiriendo eso que se llama oficio y ahora no tiene problemas. Además, nos contó que él piensa muy bien las tramas y cuando se pone a escribir lo tiene todo muy claro.
Hubo otras preguntas y algún comentario más de Virtudes Reza, y luego hubo un vinito con su aperitivo, al que Paco se sumó después de haber firmado los ejemplares de aquellos que estábamos allí, como el mío:
Me gustó mucho la experiencia (era la primera vez que acudía a la presentación de un libro). Me lo pasé muy bien, aprendí, conocí a Paco (con quien me hubiera gustado hablar más, pero él tenía que atender a mucha gente y, además, recuérdese mi carácter retraído), me llevé mi ejemplar firmado y, como premio final, me regalaron una preciosa lámina con el mapa de Toledo que ilustra la portada del libro (cuya reseña, por cierto, aparecerá por estas páginas de Finis Terrae en cuanto lea la novela).
Fue una tarde perfecta. ¿Qué más se podría pedir?
7 comentarios:
Gracias por traerme hasta tu blog, Paco, y por mejorar la crónica con esas anécdotas que añades (lo de las tres botellas en lugar de la carta de vinos me ha dejado ojiplática, jajaja).
Bueno, pues reitero: me encantó la presentación, lo pasé muy bien y te deseo toda la suerte del mundo para la novela, que, como ya te dije, reseñaré en cuanto lea.
Un abrazo.
Hola Paco. Soy seguidora tuya, tanto del blog como del Facebook y quisiera hacerte una sugerencia ¿ porqué no convocas un concurso en el blog y regalas un ejemplar de tu libro ? creo que sería una excelente idea para darte mucho más a conocer ( yo le hablo de tí a todos mis conocidos lectores y muchos de ellos se van animando ).
Ya me contarás qué te parece la sugerencia. Yo estaría encantada de participar. Ya sé que tenemos que comprar el libro, prometo hacerlo, ya te lo dije, y en cuanto lo lea tendrás mi opinión, pero lo del concurso no sé, me apetece mucho....¿ Cómo lo ves ?
Un cariñoso abrazo.
Ana Riesgo
Gracias a ti por la peaso de crónica, S.Cid. Pues imagínate cómo nos quedamos nosotros. Y tendrías que haber escuchado al taxista que nos llevó a Toledo contándonos su vida. Había sido profesor, vendedor de no sé qué en Abu Dabi y ahora taxista. Con dos divorcios y ahora que se quiere enrollar con una canadiense e irse allí, jajaja. Espero esa reseña, aunque no te sientas obligada. Si no te gusta la novela la cierras, que hay muchas cosas que leer.
Hola, Ana, cómo estás. Me parece bien la idea, qué guays. Oye pues piénsalo y me dices de qué puede ser el concurso. Algo que no dé mucho curro que estoy muy liao. Cuando lo sepas me pones un privado por feis. Gracias por la idea.
Un beso para las dos.
Qué gran crónica de nuestra amiga S. Cid. Al final se nos va a volver periodista de presentaciones. Me ha gustado mucho el post y lo dicho, a mover el libro y que tengas mucha suerte.
Un abrazo.
Desde luego, Carlos, fue una sorpresa verla allí y conocerla en persona y una deferencia por su parte hacer esta reseña que le ha quedado "niquelá". Tener amigos así no tiene precio. Un abrazo.
¡Que envidia! Pero que bien os lo pasáis. Me alegro un montón de que todo haya salió tan bien.
Besitos.
Muchas gracias, Campoazul. Lo cierto es que fue una velada estupenda y un finde maravilloso en compañía de buenos amigos. Un beso.
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