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Al otro lado

Al otro lado
"Al otro lado", de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-15352-66-2.
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Presentaciones:

Sábado, 27 de abril a las 12 h. en la Feria del libro de Granada, en el Centro de Exposiciones de CajaGRANADA Puerta Real. Me acompañará en la presentación el compañero de Granada Jesús Lens. Y a las 13 horas firma de ejemplares en la Caseta de Firmas.

Sábado, 20 de abril, de 11 a 13 h. y de 17 a 20 h. en la Feria del Libro de Fuente el saz de Jarama.

Sábado, 26 de enero a las 20 h. en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan. Me acompañará en la presentación el compañero de Ciudad Real José Ramón Gómez Cabezas, autor de "Réquiem por la bailarina de una caja de música", de la Editorial Ledoria.

Martes, 23 de octubre a las 19.30 h. en la librería Estudio en Escarlata (Guzmán el Bueno 46, Madrid). Si no puedes acudir y queréis un ejemplar firmado, ponte en contacto con ellos y pídeselo (91 543 0534). Te lo enviarán por correo.

Miércoles, 24 de octubre a las 18 h. en Getafe Negro (Carpa de la Feria del Libro). A las 20 h. participaré en una mesa redonda con otros compañeros de la Editorial Ledoria titulada "En los arrabales de la Novela Negra.

viernes, 9 de julio de 2010

La Semana Negra comienza en Madrid

El pasado jueves, 8 de Julio, en una tarde bochornosa con amenaza de tormenta, comenzó en la Casa América la Semana Negra de Gijón. Víspera de Tren Negro y día de resaca tras el paso de la Furia a la final del Mundial. El acto fue público y aglutinó a más de 30 escritores bajo la magistral batuta del director del evento, Paco Ignacio Taibo II, al que algún día alguien tendrá que plantearse hacer un monumento o, al menos, un busto o escultura al modo del de Woody Allen en Oviedo, sólo que en Gijón. Mientras escribo estas líneas, un grupo de lo más granado de nuestras Letras y algún escritor guiri de los anglófonos viajan en un tren denominado “negro” hacia la ciudad que albergará a esta XXIII Semana Negra, o sea, Gijón.
¿Quién es el tipo al que parece que Pedro de Paz da capones con la barbilla?

Llegué a la Casa América unos 15 minutos antes del evento después de degustar un maravilloso café Irlandés en el James Joyce, sito en la calle Alcalá. En el jardín había barras sin camareros pero la gente bebía. Rápidamente calculé que las bebidas se pillaban dentro. Pero entonces me saludó Carlos Salem, el del pañuelico pirata y pospuse lo de la cerveza. Cuando iba a pillarme una me encontré a un despistado Pedro de Paz, que se unió al grupo de Salem y nos mostró una camiseta serigrafiada con la foto de la Generación Torrezno, para partirse vamos. Más tarde me vi en la barra de dentro intentando pillar unas birras con Javier Márquez y con Frankie Jurado, pero entonces nos apremiaron a bajar a la sala en donde se iba a celebrar la mesa redonda, o como se diga, y nos marchamos de allí rápidamente dejando colgado al camarero que había tardado una eternidad en servirnos.

Paco Ignacio Taibo II, experimentado conductor de eventos de este tipo, planteó el tema de por qué escribir Novela Negra y dijo que hablaran todos por turnos en intervenciones de dos o tres minutos a lo sumo. Me impresionó la contestación de Cristina Fallarás que adujo que ella escribía novelas de género porque le fascinaba el tema de la muerte. Fernando Marías llevó el tema hacia el cine y la influencia que éste había tenido en todos los que allí estaban a la hora de escribir. Carlos Salem dio en el clavo argumentando que el espectador de cine lo tiene más fácil porque aunque no le guste la película el máximo esfuerzo que tiene que hacer es seguir tumbado en el sofá. Sin embargo, a un lector que no le gusta una novela, la cierra y pasa de ella. Por tanto es más el esfuerzo que tiene que hacer el lector que el que debe hacer el espectador. Y, en consecuencia, es mayor el esfuerzo del escritor que el del director a la hora de enganchar a la gente.

Entretanto, estuve de acuerdo con Marías cuando dijo que todos querían inventar algo, un género nuevo, y que nadie lo había conseguido tanto como Salem, que es un género en sí mismo. No estuve de acuerdo con alguien que argumentó que las películas tienen banda sonora y efectos especiales mientras que las novelas adolecen de ello. No es cierto. Procuro que mis novelas tengan banda sonora porque hago constantes referencias a canciones y a grupos, creo que es fundamental. Y eso de que una novela no tiene efectos especiales es falso, los tiene y el único límite es la imaginación del autor.

Me provocó curiosidad la intervención de un escritor mejicano cuyo nombre no recuerdo y que dijo que había trabajado en los juzgados viendo la instrucción de toda clase de crímenes que llegaron a afectarle mentalmente, a él que, como dijo, hasta ese momento sólo había escrito poesías con pajaritos y mariposas azules. Acabó escribiendo Novela Negra por recomendación de su médico y acabo, así, sacando fuera todos sus demonios.

Francisco José Jurado acabó su intervención con un tajante “...escribo Novela Negra por rencor” que nos dejó a todos cariacontecidos y con una sonrisa.

La mesa redonda terminó en el mencionado jardín, con escritores pululando entre escritores, pero eso sí, esta vez con cerveza. Me encontré en un grupo charlando con Pedro de Paz, Javier Márquez y Salem. Y esporádicamente tuve el gusto de charlar con José Luis Muñoz, que estaba contentísimo porque es el primer año que va a publicar tres novelas a la vez; y con el padre de Benegas que este año ha sido finalista en casi todo, Francisco José Jurado, al que le comenté lo que me había gustado el final de su intervención.

Los escritores se marcharon como habían llegado, en tropel y bajo la batuta de Paco Ignacio Taibo II, en Metro, todos juntos y revueltos, dejando en el jardín tanta paz como alboroto llevarían a esos vagones que les llevarían al Hotel Chamartín para descansar, ya que el Tren Negro partía a las ocho de la mañana y el desayuno era a las siete, qué madrugón.

Todavía me quedé un rato con de Paz y con Salem acabando nuestras cervezas. Y le dije a Carlos que el Poe, el personaje principal de “Yo lloré con Terminator II” tenía entidad para protagonizar una novela, que si lo había pensado. Y me adelantó que no es que lo estuviera pensando, sino que el Poe ya era personaje principal en una de sus novelas no publicada y cuyo título me callo, que no conviene lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo.

Total, que me fui como había venido, solipandis, en el bus para mi barrio disfrutando de un ensayo de Salvador Vázquez de Parga, publicado en el 86 y cuyo título es “De la Novela Policíaca a la Novela Negra”, muy propicio para la ocasión y que me costó 2 euros en la pasada Feria del Libro Antiguo de ocasión. Al llegar al barrio, continué con la lectura en la freiduría, pero me metí para el cinto un bocata de gallinejas bien frititas. Y quien no sepa lo que son, ya sabéis..., San Google.

8 comentarios:

Carlos dijo...

¡Qué envidia! Tantos escritores buenos reunidos en la Semana Negra de Gijón.
Javier Márquez es un fenómeno y un tipo genial (lo conozco personalmente), además su última novela "La Fiesta de Orfeo" se la recomendé a Bookworm y le encantó.
No sé si habrás visto a Rafa Marín de Cádiz, Juan Miguel Aguilera de Valencia, que también son buenos contadores de historias.
Saludos.

Guido Finzi dijo...

Cómo te gustan a ti estos saraos literarios...Supongo que por una vez, y dada la climatología vigente, habrás ido sin gabardina ¿no?.
En fin, ya veo que en esos eventos estás en tu salsa, lo cual te viene muy bien de cara al día en que consigas el Premio RBA de Novela Negra.

Un saludo

Mercedes Pinto dijo...

Desde luego no te pierdes una. Haces muy bien, si algo he aprendido en los últimos años es que hay que reunirse de vez en cuando con la gente que tiene tus mismas inquietudes, se aprende y se disfruta mucho.
Por cierto, las gallinejas para quien guste, las tripas de cordero no me subyugan, aunque esté muy frititas.
Un abrazo.

Paco Gómez Escribano dijo...

Conozco a Rafa Márquez del Feisbuk, Carlos, y el otro día tuve el placer de conocerlo personalmente. A los otros dos que citas no tengo el gusto, pero todo se andará.

Sí que me gustan, Guido, tú bien lo sabes. Abandono momentáneamente la misantropía para ir a esos saraos. No sé si me ayudará para ganar algo, pero me lo paso estupendamente.

Cierto, no me pierdo una, Mercedes, y es verdad que mola compartir un rato con gente que tiene tus mismas inquietudes. En cuanto alas gallinejas, discrepo. Bien fritas y con una cervecita son un escándalo.

Un abrazo a los tres.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Excelente crónica, Paco. Y el de la foto creo que no es Wally sino tú.
Un abrazo.

Paco Gómez Escribano dijo...

Gracias, José Miguel. Efectivamente, el de verde no es Wally, jajaja. Un abrazo.

S. Cid dijo...

¿Qué buen artículo? Cada vez que cuentas cosas de éstas... me dejas con la boca abierta.

Eso sí..., esta vez se me quedó colgada una pregunta a la que no respondes en tu entrada... ¿Y tú, Paco..., por qué escribes novela negra? ;-)

Saludines de domingo.

Paco Gómez Escribano dijo...

Gracias, S.Cid. La verdad es que no lo sé. He escrito Intriga Histórica aunque siempre me salía por ahí algún muerto, supongo que por influencia de toda la vida como lector del género. Pero cada vez, mis novelas son menos históricas y más negras. Quién sabe, si algún día lo descubro te lo cuento.
Un abrazo.