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Al otro lado

Al otro lado
"Al otro lado", de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-15352-66-2.
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Presentaciones:

Sábado, 27 de abril a las 12 h. en la Feria del libro de Granada, en el Centro de Exposiciones de CajaGRANADA Puerta Real. Me acompañará en la presentación el compañero de Granada Jesús Lens. Y a las 13 horas firma de ejemplares en la Caseta de Firmas.

Sábado, 20 de abril, de 11 a 13 h. y de 17 a 20 h. en la Feria del Libro de Fuente el saz de Jarama.

Sábado, 26 de enero a las 20 h. en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan. Me acompañará en la presentación el compañero de Ciudad Real José Ramón Gómez Cabezas, autor de "Réquiem por la bailarina de una caja de música", de la Editorial Ledoria.

Martes, 23 de octubre a las 19.30 h. en la librería Estudio en Escarlata (Guzmán el Bueno 46, Madrid). Si no puedes acudir y queréis un ejemplar firmado, ponte en contacto con ellos y pídeselo (91 543 0534). Te lo enviarán por correo.

Miércoles, 24 de octubre a las 18 h. en Getafe Negro (Carpa de la Feria del Libro). A las 20 h. participaré en una mesa redonda con otros compañeros de la Editorial Ledoria titulada "En los arrabales de la Novela Negra.

miércoles, 28 de febrero de 2007

Relato: Heroísmo y mezquindad

Mi educación y mi vida estaban marcadas por la comodidad y el conformismo de la clase media alta conservadora. Por eso, cuando aquella mañana de enero llamaron del hospital para decirme que habían ingresado a mi padre en estado bastante grave debido a un infarto de miocardio, sentí pánico y una pena tremenda. Pero también me sentí contrariada porque aquello iba a desbaratar la inercia de mi dinámica diaria, que, por otra parte, era bastante insulsa e insatisfactoria. Aquello fue el detonante. De golpe, fui consciente de toda mi mezquindad y de todo mi egoísmo.
Así que dejé todos mis malditos defectos en la habitación y corrí al hospital como una exhalación. Permanecí al lado de mi padre durante todo el proceso de convalecencia. Y en cuanto pude, cogí un tren hacia ninguna parte. Permanecí en una ciudad desconocida durante un mes aproximadamente. Y me di cuenta de que los defectos no se pueden guardar en el armario como si fueran trajes de noche.
Volví a exhibir mi mezquindad en varias ocasiones en aquella ciudad, con personas muy diferentes a las de mi entorno. Torturé sobre todo a la chica que me hacía la habitación todos los días, no dejé pasar ninguna de las oportunidades que hubo para reprocharle aspectos de su trabajo.
Una noche, subí a la azotea del hotel con la intención de saltar al vacío y acabar con mi desdichada vida. Elegí un lugar y cuando iba a saltar el muro, vi a la limpiadora sentada en la cornisa con intenciones suicidas. Cuando hizo ademán de ir a saltar la agarré por las axilas y como yo era más fuerte, logré salvarla. Pasados unos minutos, me dio la gracias y a mí se me quitaron las ganas de suicidarme.
Unos días después llegué a casa. Cuando me aproximaba al portal me crucé con una chica que me miró.-No hay personas buenas y personas malas -me dijo-. La bondad y la maldad conviven en los mismos seres humanos.
Después se marchó y se perdió entre los transeúntes. La chica llevaba un buen abrigo de piel y parecía una persona de mi misma condición social. Pero yo la reconocí como lo que era, la limpiadora del hotel de la ciudad desconocida.

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