Lo de la crisis no agrada a nadie, desde luego. Pero también
me desagrada que nos tomen por tontos, que nos digan que hemos gastado más de
lo que hemos ganado y que por tanto nos toca a la gente del pueblo pagar el
pato. Lo cierto es que España en 2007 tenía superávit, es decir, ingresaba más
dinero del que gastaba. Luego vino el crack de las hipotecas americanas y el
desplome de la banca europea. Fueron los gobiernos los que metieron en la banca
no solo el dinero del que disponían, el nuestro, sino que se endeudaron para
seguir inyectándoles liquidez.
Lo cierto es que si usted tiene una hipoteca, da igual el
banco, quizás lo que no sepa es que adeuda el dinero que le prestó ese banco a
un especulador que vive en Holanda, pongamos por caso, y cuyo domicilio fiscal
está en un paraíso..., fiscal. Este especulador, al igual que otros muchos, han
comprado su hipoteca y las de muchos otros trabajadores, a quienes ahora bajan
sus sueldos o incluso despiden, una vez que despedir se ha abaratado merced a
la nueva reforma laboral.
A partir de ese momento, gente sin escrúpulos que se forra a
su costa jugando al Monopoly, se dedican a engrandecer sus fortunas pidiendo
créditos al BCE al 1% y comprando deuda a los países “pringaos” como el
nuestro, que les reporta un interés del 6%. Y todo eso sin moverse de los
sillones de sus mansiones, ya que cuentan con cohortes privadas de brokers y
agentes de bolsa.
Los gobiernos europeos han ido cayendo tras sucesivas
elecciones. Pero lo cierto es que los nuevos se han dedicado a poner de
manifiesto su miseria moral, gobernando a golpe de decreto, como en las más
rancias dictaduras, recortando en Sanidad y Educación, metiendo mano a los
funcionarios y mermando el poder adquisitivo de nuestros mayores a través de
sus pensiones o a través del copago sanitario.
A la situación española no han ayudado nuestros políticos,
enrocados en una amalgama de instituciones (estado, autonomías, diputaciones,
ayuntamientos...) muy bien diseñadas para su propio regodeo, una mera forma de
adquirir riqueza y solucionarse sus vidas y las de sus hijos, familiares y
amigos, amparados por una ley electoral injusta. Si bien no podemos hablar de
corrupción generalizada, los cargos en los que se instalan les proporciona un modus
vivendi muy próximo a la estafa continuada a los ciudadanos. Y cuando
pillan a alguno con las manos en la masa, sus caros abogados y el sistema penal
les ampara. Lo realmente curioso, digno de un estudio sociológico, es que la
gente los sigue votando.
A todo esto hay que añadir el inmovilismo popular, el
conformismo de obreros y parados que hacen el don Tancredo ejerciendo un
pasotismo físico e intelectual que serían dignos de otro estudio sociológico.
Celebramos en mayo cotas de paro históricas, desahucios en masa, bajadas de
sueldo, copago sanitario, recortes nunca vistos en educación. Y aun así, la
gente aguanta. Es más, han dado mayoría absoluta a un partido que sabíamos que
iba a hacer lo que está haciendo, quedando como segunda fuerza política otro
partido que es muy culpable de la situación que vivimos ahora. Increíble.
Apenas ha habido una huelga general de un día, efímera como
el más efímero de los cometas. Y una huelga descafeinada en Madrid por parte de
los profesores, de un día o dos a la semana, hasta que acabó desinflándose.
Todavía se oyen las carcajadas de la Presidenta de nuestra comunidad por la
calle Alcalá. Como respuesta, se ha elevado la ratio en secundaria hasta 40
alumnos, que veremos el guapo que le echa cojones a dar clase en estas
condiciones. Por si faltaba algo, reducen las becas de manera escalofriante,
volviendo a los tiempos de que quienes estudiaban eran solo los hijos de los
ricos. No hablemos de investigación, porque me da la risa. Ni de las
privatizaciones, que han llegado a Sanidad y llegarán a Educación.
Decía un experto el otro día, que empezaremos a ver una
lucecita quizá en 2016 y eso si no pasa nada, comparando la situación actual a
los prolegómenos de las dos grandes guerras. Esperaremos e iremos a trabajar
aunque estemos enfermos, ya que la mayoría no podemos permitirnos que nos
paguen la mitad si nos damos de baja, caso de los funcionarios. A veces pienso
que tenemos lo que nos merecemos. La que nos espera...
2 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo contigo, Paco. Lo peor: que nos tomen por tontos. Están haciendo una puesta en escena surrealista, marxista (de Groucho). Nos cargamos todo el estado de bienestar conseguido para preservarlo. Glups. Es como si a ti y a mí nos cortan la cabeza para salvarnos la vida. Pues eso. Sólo El Roto es capaz de expresar lo que ocurre con una de sus geniales viñetas.
Vivimos tiempos oscuros, José Luis. Ojalá que se arregle esto, porque si no, no sé qué va a ser. Un abrazo.
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