Como pertenezco a la lista de correo de la librería, recibí la noticia del evento. Lo recuerdo porque me llamó la atención el título. Creo que todavía no conocía al bueno de Javi Márquez. El caso es que algo me impidió ir y como consecuencia de ello, aparqué el deseo de leer el libro para más adelante. Las circunstancias han propiciado que posteriormente la relación con Javi se haya ido estrechando y que nos veamos habitualmente. Y un día, por motivos que no vienen al caso, coincidimos en la degustación de un cocido estupendo junto a otros amigos del gremio. Fue entonces cuando me regaló su novela. En cuanto terminé de leer un par de libros que tenía pendientes, me puse con ella. Hay novelas con las que disfrutas; otras que te dejan indiferente; y hay historias, como la que se marca Javi Márquez en “La fiesta de Orfeo”, que te enganchan y te conducen hacia el desenlace como si fueran una montaña rusa. Novelas, en definitiva que, estés haciendo lo que estés haciendo, te llaman para que en cualquier rato que tengas libre te vuelvas a meter en la historia con la avidez de un lector avaricioso tirando a enfermizo.
La novela comienza con una matanza en un pueblo perdido de la frontera escocesa y la asignación del caso al inspector Andrew Carlmichael de Scotland Yard que, junto a su ayudante Harry Logan, empezará a investigar la masacre. Carlmichael, un detective de corte holmesiano, pronto se da cuenta de que el caso se aleja de los cánones de lo habitual, ya que un rollo de película en blanco encontrada por un excursionista en una caverna, rodado en los años 20 y con un aura de leyenda maldita, parece ser el desencadenante de la aniquilación colectiva y responsable de posteriores asesinatos y suicidios desconcertantes. En el caso les ayudará un erudito, el profesor Aberline, personaje al que durante la lectura yo le ponía la cara de Sean Connery.
Esta es la trama principal. Empleando el método del narrador omnisciente, que permite situar otras escenas con personajes distintos, Javi nos muestra a un actor contratado para hacer una película de terror interesado en transmitir miedo a través de la pantalla. La sorpresa es que el actor es Peter Cushing, uno de los mejores Sherlock Holmes que ha dado la historia del cine, que es contratado por la mítica productora Hammer para protagonizar la película. En esta otra trama, hasta aparece fugazmente de personaje secundario el legendario Boris Karloff, así como un joven Christopher Lee.
Por otra parte, como contrapunto a los buenos, Javi nos da a conocer al antagonista como un servidor de Lucifer, que lidera un grupo que prepara el advenimiento del Maligno.
Las tramas avanzan cada una a su ritmo, al principio sin conexión aparente. En el camino, aparecen referencias a Lovecraft, Conan Doyle o Julio Verne. Y guiños a personajes de películas como Indiana Jones, o a novelas como “El nombre de la rosa”. Adornos que a mí particularmente siempre me gustan y que seguramente son homenajes del autor a personajes y obras que se encuentran entre sus favoritos.
Pero, como iba diciendo, las tramas se van aproximando hasta hacerse una y avanzar hasta el desenlace, excelentemente resuelto, a una velocidad vertiginosa. A estas alturas, ya habréis vislumbrado que la novela es altamente recomendable para los amantes de la intriga y el terror, imprescindible para los holmesianos empedernidos y totalmente aconsejable para los que nos gustan las tramas salpicadas de un tono esotérico y apocalíptico.
La novela la publicó Almuzara el 13 de octubre de 2009. Ya ha llovido. Pero todavía quedan ejemplares en las librerías. Y esta es una novela atemporal, sin fecha de caducidad. Una novela soberbia que es la primera de un escritor ya versado en ensayos y biografías relacionadas con la música y el cine. Un escritor que nos dará muchas más alegrías a los que ya somos lectores suyos. Sin ir más lejos, quedaros con un título que verá la luz en breve: “Letal como un solo de Charlie Parquer”. Una novela que, por lo que sé, va a romper en ventas.
Os dejo un par de enlaces, por si queréis saber más de don Javier Márquez Sánchez, escritor, periodista, buena gente..., y que, además, toca la guitarra. Qué más voy a decir yo de este tipo que no se sepa. Nada, solo despedirme: “Javi Márquez de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto, que te doy mi corazón”. Suerte, valor y al toro, maestro.
http://lafiestadeorfeo.wordpress
http://javiermarquezsanchez.com/.com/
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