El domingo pasado me acerqué a la Casa Encendida. A pesar de que sabía que debía de haberme preinscrito, cosa que no hice, hasta me animé y cogí el coche y me llegué hasta el edificio de la Ronda de Valencia en donde la Obra Social de Cajamadrid programa eventos culturales de toda índole. Ese domingo, al igual que todo el fin de semana, albergó las III Jornadas Ábrete Libro y tocó una mesa redonda sobre la Novela de Intriga, moderada por Javier Oliva, con los ponentes Jerónimo Tristante y Jorge Díaz.
Al llegar no había nadie, sólo la señorita encargada de comprobar las filiaciones en la puerta de la sala. Me inscribió amablemente y me dijo que estaban todos en la terraza haciendo un descanso y tomando café. Nada más llegar me saludó Jerónimo Tristante y me presentó a Jorge Díaz. Tras un agradable momento de charla, volvimos todos a la sala.
Javier empezó diciendo que la intriga comenzó con la organización de la mesa, ya que en un principio se había invitado a Patrick Eriksson, que ya en junio avisó de que no podía venir, siendo sustituido por Jerónimo. Pocos días antes del evento también falló Juan Gómez Jurado, ponente original y a quien sustituyó Jorge. Con tantos cambios hasta tuvieron que sustituir el tema de la mesa redonda que originariamente no era el que quedó como definitivo.
Comenzó hablando Jorge Díaz, que durante años ha sido coordinador de guionistas de la serieHospital Central, considerando a la intriga como principal motor de una serie o una novela, aunque diferenció claramente la profesión de guionista y la de novelista por una diferencia clara: la libertad del escritor, que puede escribir con total libertad en cuanto a temas y a longitud de capítulos, frente al encorsetamiento de los guionistas, que tienen que ceñirse a un determinado formato de fotogramas y a las directrices de los productores.
Jerónimo Tristante defendió la intriga como una herramienta del escritor para mantener al lector pendiente de la trama capítulo a capítulo. Es decir, que los dos ponentes dejaron claro que no iban a hablarnos de la intriga como género. Que más bien es algo a disposición del que escribe y que toda buena novela, sea del género que sea, contiene buenas dosis de intriga entre sus páginas.
Como suele ocurrir en toda buena mesa redonda que se precie, una cosa llevó a la otra y se desembocó en la Novela Negra, uno de los géneros que más aprovecha la intriga para construir sus tramas. Y Jerónimo Tristante hizo una somera crítica de la incursión de los suecos en el panorama editorial actual. Según el escritor, muchos compatriotas de Stieg Larssonaprovecharon el tirón del difunto escritor de best sellers para introducirse en el mercado alemán, paso natural de la Literatura Nórdica, en donde la tasa de lectores es significativamente mayor que en España y en donde vender 100.000 ejemplares es una hazaña similar a quien consigue vender 1.000 en España. Las editoriales españolas han “pescado” en el mercado alemán entre quienes han rondado estas cifras y el resultado ha sido la publicación a gran escala de novelas escritas por todos estos escritores nórdicos. Los hay buenos, pero, de hecho, siempre según Tristante, la mayoría ni siquiera cumplen los mínimos parámetros de calidad para ser publicados.
Ambos ponentes hablaron del panorama editorial y de lo difícil que es publicar en tiempos de crisis. Así como de sensaciones a la hora de escribir y de la relación del escritor con sus personajes, quienes a pesar de ser una creación del autor, a veces cobran vida propia hasta el punto de que no es extraño que un secundario adquiera por sí solo un protagonismo relevante y acabe convirtiéndose en protagonista principal. Jorge advirtió que esto pasa también a la hora de elaborar guiones, lo que en series acarrea problemas con los actores y con la producción.
La mesa redonda duró una hora y media entre disertaciones de los ponentes y preguntas del respetable. Y aparte de los diversos aspectos de las ponencias, hay que decir que Jerónimo Tristante hizo gala de su humor habitual al tratar los temas, y que arrancó multitud de carcajadas a los allí presentes. Y Jorge Díaz, a quien no tuve el gusto de conocer hasta minutos antes del acto, no le anduvo a la zaga. Entre los dos hicieron del evento un acto muy didáctico a la vez que divertido.
18 comentarios:
Así que estuviste en la mesa de intriga y no me saludaste... No sé si te lo perdonaré.
¡Puñetas, Paco!, que estaríamos como mucho a cinco metros.
Bueno, tal vez cuando tenga más "caché" y volvamos a coincidir me busques para saludarme.
Me voy algo enfadada, la verdad.
Vaya tela, Mercedes. Lo cierto es que sabiendo que venías a Madrid deberíamos quedado. Pero yo no me atreví a decirte nada por si tenías planes. Por otra parte, dijiste que ibas ala Casa Encendida el sábado, no el domingo. En cualquier caso, estaba claro que no estaba de vernos.
Además, si te hubiera visto, no estoy seguro de haberte reconocido. Yo estaba en primera fila, en fin.
Si te hubiera visto, no sólo te habría saludado, sino que te habría invitado a comer. Vaya tela, ahora el enfadado soy yo.
Un beso.
Bueno Paco, como yo no te conozco no tenía que saludarte, pero allí estuvimos , encantados con la Mesa Redonda y tomando apuntes como locos.
(Una alta de melena que ponderó a Mankell y habló de su transfondo socio-cultural).
Me has pisado la entrada, pero,en fin, más agilidad para la próxima. En todo caso las jornadas dan para poder elaborar varios capítulos (me pondré volando que se lo prometí a Mercedes).
Encantada de saludarte y de conocerte de "aquesta guisa".
Un abrazo Á.
Vale,siendo así, te perdono, pero que no vuelva a pasar. Es broma.
De veras me hubiese gustado conocerte en persona. Tal vez haya una próxima vez.
Ahora sí, te mando un abrazo.
Si, conozco el fino humor de Tristante (Ja Ja Ja)
Por cierto, no te pierdes una, Paco.
A ver si la próxima estás tu de ponente
Me ha parecido una entrada muy interesante, qué pena que al final no tuve tiempo el fin de semana de acercarme a La Casa Encendida. Otra vez será. Un saludo.
Cuéntate la vida http://cuentatelavida.blogspot.com
Ángeles, bienvenida. Pues creo que estabas justo detrás de mí, en la segunda fila, me acuerdo de tu atinada intervención con respecto a Mankell. Haz reseña, no te cortes, seguro que la enfocarás desde otra perspectiva y servirá para enriquecer. Yo también me alegro de conocerte de esta guisa bloguera.
Mercedes, a mí también me habría gustado conocerte en persona. Seguro que habrá otra ocasión, y esa no la dejaremos pasar.
Sí, te partes con este sinvergüenza, Alfonso. Procuro no perderme ninguna, como dices, porque lo paso estupendamente. Algún día seré yo ponente, por qué no, al menos ilusión y empeño pongo en lo de intentar publicar.
Gracias, Goizeder. Otra vez será, sí. Hay que reconocer que la semana pasada en Madrid ha sido muy activa de presentaciones y conferencias. Yo he acabado hasta un poco cansado de ir y venir.
Un abrazo a los cuatro.
Eres como el perejil, Paco, o como San Martín de Porres, que tenía el don de la ubicuidad. No te pierdes ni un sarao...
Saludos
Si de saraos literarios se trata, Guido, siempre podrás ver por allí a un tipo con gafas que parece mirar todo muy interesado. Un abrazo.
Buena crónica, Paco. Por lo que me cuentas parece que ese Tristante está un poco colgaderas y no lo parece leyendo sus novelas con esa seriedad que destila Víctor Ros. Anda que ya te vale a ti y ya le vale a Mercedes, vaya dos.
Un abrazo.
Por lo que cuentas, esas ponencias deben de ser francamente interesantes, y tambien muy instructivas para todo aquel al que le guste escribir. Me gustaria tener alguna vez la posibilidad de acudir a alguna.
Un saludo.
Gracias, Carlos. Jerónimo es un tipo que me cae muy bien, buena gente y te partes con él. Y sí, ya nos vale a Mercedes y a mí, cuídate, tío.
Desde luego que lo son, Antonio, no te quepa duda. A ver si un día puedes asistir a alguna como dices. Un abrazo.
Que no te pierdes una, no sé de donde quitas el tiempo, a mi no me da para nada y a ti te da para todo. Te lo has pasado genial..., es evidente, eso está muy bien pues cada uno ha de procurarse su satisfacción personal, y la tuya sin duda es estar entre libros y todo lo relacionado con ellos.
Besitos.
Pues sí, Campoazul, la verdad es que me lo paso estupendamente en ese tipo de actos. Y me quito tiempo de donde puedo. Un beso.
Ya falta menos, Paco, para que estés del otro lado, y dando la charla tú mismo delante de todos nosotros.
Estos actos son realmente instructivos porque ves el lado humano del escritor: cómo escribe, cuáles son sus métodos, cosas que siempre estamos queriendo saber para conocer sus secretos ante el papel en blanco, aunque luego nos damos cuenta que no hay tal secreto, que sólo existe mucho trabajo, mucha lectura, y emborronar muchos folios.
Un abrazo.
Dios te oiga, Carlos. Llevas mucha razón en lo que dices. Un abrazo.
Qué envidia me das, ya me gustaría a mí poder asistir a tantas jornadas y actos literarios. Estoy aquí perdida entre olivos.
Gracias por compartir con nosotros la experiencia.
Un abrazo
Bueno, Felisa, el estar entre olivos tiene su punto. Yo cuando vivía en Algeciras echaba mucho de menos todas estas cosas, lo cierto es que esto sólo se puede hacer si vives en Madrid o en Barcelona. Por cierto, el lunes te pongo la transferencia. Estoy deseando leer ese libro de relatos tuyo. Un abrazo.
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