Páginas

Al otro lado

Al otro lado
"Al otro lado", de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-15352-66-2.
Comprar libro
en Estudio en escarlata, aquí.

Comprar libro
en El Corte Inglés, aquí.


Presentaciones:

Sábado, 27 de abril a las 12 h. en la Feria del libro de Granada, en el Centro de Exposiciones de CajaGRANADA Puerta Real. Me acompañará en la presentación el compañero de Granada Jesús Lens. Y a las 13 horas firma de ejemplares en la Caseta de Firmas.

Sábado, 20 de abril, de 11 a 13 h. y de 17 a 20 h. en la Feria del Libro de Fuente el saz de Jarama.

Sábado, 26 de enero a las 20 h. en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan. Me acompañará en la presentación el compañero de Ciudad Real José Ramón Gómez Cabezas, autor de "Réquiem por la bailarina de una caja de música", de la Editorial Ledoria.

Martes, 23 de octubre a las 19.30 h. en la librería Estudio en Escarlata (Guzmán el Bueno 46, Madrid). Si no puedes acudir y queréis un ejemplar firmado, ponte en contacto con ellos y pídeselo (91 543 0534). Te lo enviarán por correo.

Miércoles, 24 de octubre a las 18 h. en Getafe Negro (Carpa de la Feria del Libro). A las 20 h. participaré en una mesa redonda con otros compañeros de la Editorial Ledoria titulada "En los arrabales de la Novela Negra.

lunes, 10 de agosto de 2009

Reflexiones educativas y literarias

Desde hace bastante tiempo siento la necesidad de escribir. La verdad es que siempre lo he hecho. Pertenezco a una generación educada entre los últimos años del franquismo y los comienzos de la Democracia. El panorama era: E.G.B., B.U.P.-C.O.U y F.P. Desde las tres ramas citadas se podía acceder al mundo laboral y desde el Bachillerato y la Formación Profesional también se podía optar por la Universidad.

Hice la E.G.B. en el madrileño barrio periférico en el que vivía. Y ahí se despertó la vena literaria, ya que constantemente nos obligaban a hacer redacciones y dictados. Y como castigo (sí, antes había castigos) nos mandaban copiar la lección. Nos fastidiaba terriblemente pero hoy he de reconocer que gracias a esos “castigos” adquirí: destreza a la hora de escribir y velocidad, que me vino estupendamente después a la hora de tomar apuntes en F.P. y en la Universidad; conocimientos, ya que al copiar la lección, los contenidos se quedaban impregnados irremediablemente; disciplina, porque como a nadie le gustaba copiar la lección, íbamos adquiriendo pautas de comportamiento cada vez mejores y se iban puliendo los trastornos de conducta que hoy campan a sus anchas por los institutos. Si hasta en Religión nos mandaban redactar vidas de santos y comentar pasajes del Evangelio. Resultado: cuando terminé octavo sabía expresarme perfectamente, con catorce añitos (hoy los que salen del bachillerato reformado apenas saben escribir unas líneas que tengan un mínimo de sentido plagadas de faltas de Ortografía). En Lengua nos forraban a comentarios de texto, a hacer trabajos referentes a autores de todas las épocas y nos inflaban a análisis morfológicos y sintácticos (desconozco cómo se llaman ahora porque alguien debe de estar cobrando en el Ministerio de Educación por cambiar los nombres a todo. Ahora ya no hay vagos, sino niños adaptados curricularmente).

Luego opté por hacer Formación Profesional ya que a mi alrededor no había tradición universitaria de ningún tipo aunque, más tarde, acabé haciendo una Ingeniería Industrial. Siempre me gustó elaborar mis propios apuntes, primero para mí y después para mis alumnos. Y un día empecé a escribir relato corto, el salto estaba cantado. Si a todo lo que les he dicho añadimos que soy un lector empedernido de novelas, al final acabé escribiendo la mía. Despacio, tranquilamente, con la modesta intención de que la leyeran mis allegados. Pero como el atrevimiento es gratuito, después de que mi entorno me dijera que la novela era buena, la envié a una de las principales agencias literarias del país, sin la más mínima esperanza de que me contestaran, sinceramente. Pasó todo lo contrario. Me contestaron y me dijeron que la enviaban como propuesta a una gran editorial, que contestó positivamente. Y todo en el transcurso de un mes y medio, algo insólito dentro del panorama literario español. A día de hoy, tengo tres novelas terminadas. La primera, la que tantas alegrías me dio, se publica en noviembre, después de una paciente espera de dos años y medio. Y la tercera, la he enviado a un Premio Literario medianamente prestigioso.

Así que, mientras camino por las calles de la ciudad, con la novela que estoy leyendo y mientras siento el placer de la lectura en cualquier terraza de cualquier café se me ocurren muchas cosas. Se me ocurre que no sé por qué han cambiado el Sistema Educativo que, actualmente, es un desastre. Pienso en algo sobre lo que escribir, bien sea el próximo artículo, la próxima poesía, el nuevo relato corto o el argumento para mi próxima novela. Pero sobre todo, tengo unas ganas locas de que llegue noviembre.

1 comentario:

Felisa Moreno dijo...

Te entiendo perfectamente Paco, yo tuve que sufrir una larga espera para ver publicada mi novela, imagino como estás ahora mismo. Pero como bien dices lo importante es que tienes ganas de escribir, y que lo haces bien y que con esfuerzo has tenido una recompensa. El problema es que ahora los niños no quieren esforzarse o no los dejamos, la vida es fácil para ellos, demasiado cómoda.

Mi hija ha tenido la suerte de dar con un profesor de los de antes, tienen una disciplina de trabajo, y además los anima a redactar cuentos, a sus siete años ya hace sus pinitos. A pesar de ser un profesor serio sus alumnos lo respetan y lo quieren. En realidad los niños necesitan que les marquen unas pautas, para no sentirse perdidos.

En fin, un abrazo y paciencia, que todo llega y luego es maravilloso.