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Al otro lado

Al otro lado
"Al otro lado", de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-15352-66-2.
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Presentaciones:

Sábado, 27 de abril a las 12 h. en la Feria del libro de Granada, en el Centro de Exposiciones de CajaGRANADA Puerta Real. Me acompañará en la presentación el compañero de Granada Jesús Lens. Y a las 13 horas firma de ejemplares en la Caseta de Firmas.

Sábado, 20 de abril, de 11 a 13 h. y de 17 a 20 h. en la Feria del Libro de Fuente el saz de Jarama.

Sábado, 26 de enero a las 20 h. en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan. Me acompañará en la presentación el compañero de Ciudad Real José Ramón Gómez Cabezas, autor de "Réquiem por la bailarina de una caja de música", de la Editorial Ledoria.

Martes, 23 de octubre a las 19.30 h. en la librería Estudio en Escarlata (Guzmán el Bueno 46, Madrid). Si no puedes acudir y queréis un ejemplar firmado, ponte en contacto con ellos y pídeselo (91 543 0534). Te lo enviarán por correo.

Miércoles, 24 de octubre a las 18 h. en Getafe Negro (Carpa de la Feria del Libro). A las 20 h. participaré en una mesa redonda con otros compañeros de la Editorial Ledoria titulada "En los arrabales de la Novela Negra.

viernes, 31 de julio de 2009

El tabaco

Pero bueno, qué manía les ha dado a todos los políticos del mundo mundial civilizado con hacernos la vida imposible a los fumadores. Hoy, la ministra del gremio, doña Trinidad Jiménez, ha dicho que la ley antitabaco está en fase de evaluación y que, ante las buenas notas extraídas por la citada ley, se pasará al siguiente estadio, es decir, que los fumadores sólo podamos fumar en la calle. Pues..., apañados estamos. También ha dicho que los fumadores visitamos más los hospitales que los no fumadores y que eso cuesta dinero. Se le ha olvidado mencionar que más del 50% del dinero que vale el paquete son impuestos que van a las arcas del Estado. Digo yo, que cuando me toque ser inquilino de las frías habitaciones de cualquier hospital, tendré pagado el alquiler. Tengo cuarenta y tres años, fumo desde los dieciséis, y de momento no he tenido el gusto, toco madera.

Si por mí fuera, prohibiría el tabaco. ¿No es tan malo? Pues que lo quiten. Claro que, habría que suprimir también la venta de alcohol. Y la de coches, que anda que no contaminan. Y quizá las fábricas y sus expulsiones de CO2 a la atmósfera. Y las nucleares y sus residuos activos durante mil años. Y los conservantes y, ya puestos, la mayoría de los puestos de trabajo que causan enfermedades crónicas como lesiones de espalda, enfermedades respiratorias, etc. Pero no, aquí lo que cuenta es ir arrinconando a los fumadores hasta sus propias casas. Ahora, el tomar un par de vinos en una cena, echar un cigarrito mientras charla uno con los amigos y cerrar la velada con una copita de güisqui, está muy mal visto. Uno puede ser un ciudadano ejemplar, pero si hace lo mencionado es un cuasi delincuente o un apestado. Pues muy bien.

Antes fumar era muy de izquierdas, que se lo pregunten a González o a Carrillo. Al parecer hoy, ser de izquierdas conlleva un matiz de inquisidor que empieza a resultar condenadamente molesto para los que nos gusta disfrutar de las libertades. Y no critiques, que te llaman reaccionario. Como molesto empieza a ser que te miren con desprecio los mismos que luego llevan a sus niños a las hamburgueserías o pizzerías y, junto con ellos, se ponen hasta las trancas de grasa.

Si hay que prohibir el tabaco, que lo supriman. Y si no, que nos dejen en paz, que ya está bien.

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